Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón

Sábado de la 10a.  Semana del tiempo ordinario

LECTIO

Evangelio: Mateo 5,33-37

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua.  Cuando Jesús cumplió los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser.  Al terminar los días de la fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran.

Seguros de que estaba con la caravana de vuelta, caminaron todo un día. Después se pusieron a buscarlo entre sus parientes y conocidos.  Como no lo encontraran, volvieron a Jerusalén en su búsqueda.  Al tercer día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Referencias versículo 47Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas.

Sus padres se emocionaron mucho al verlo; su madre le decía: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos.»  El les contestó: «¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?»  Pero ellos no comprendieron esta respuesta.

Jesús entonces regresó con ellos, llegando a Nazaret. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón.

 

REFLEXIÓN
Ayer celebrábamos la solemnidad del Corazón de Jesús, del Amor. Propio de hijos bien nacidos es que hoy, junto al Hijo, encontremos a su Madre. El Papa Pío XII, muy sensible a la celebración del amor compartido entre el Hijo y la Madre, instituyó esta fiesta el año 1944. Celebrémosla con amor y fe.

 

OREMOS:

Lucero del alba, 

luz de mi alma, santa María.

Virgen y Madre, 

hija del Padre, santa María.

Flor del Espíritu, 

Madre del Hijo, santa María.

Amor maternal, 

del Cristo total, santa María.

Ruega por nosotros. Amén.

 

Mons. Salvador Cisneros

Parroquia Santa Teresa de Ávila

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