No he venido a llamar a justos, sino a pecadores

Sábado 15Lectura
Del santo Evangelio según Marcos 2,13-17

Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» Él se levantó y le siguió.
Y sucedió que estando él a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían. Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos, decían a los discípulos: "¡De modo que come con publicanos y pecadores!"  Al oír esto Jesús, les dice: «No necesitan médico los que están sanos, sino los enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»

 

Reflexión
Jesús llama a un pecador a ser su discípulo y le invita a comer a su casa. Jesús llama a Leví, un publicano, y éste, inmediatamente, lo deja todo para seguirle. Empieza entonces a formar parte del grupo de los discípulos. Es Jesús el que invita a todo el mundo a que coma en su casa: pecadores y publicanos, junto con los discípulos. No vino para los justos, sino para los pecadores. Este gesto de Jesús provocó la rabia de las autoridades religiosas. Estaba prohibido sentarse a la mesa con publicanos y pecadores, ya que sentarse a la mesa con alguien era considerarlo como hermano! La conciencia de su misión ayuda a que Jesús encuentre una respuesta y a indicar el camino para el anuncio de la Buena Nueva de Dios. “No  he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. 

 

Oración
Guarda a tu siervo también del orgullo, no sea que me domine;
entonces seré irreprochable, libre de delito grave.
(Sal 19,14)

Mons. Salvador Cisneros

Parroquia Santa Teresa de Ávila 

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