La mies es abundante, pero los obreros son pocos

SÁBADO

 

Evangelio: Mateo 9,35-10,1.6-8

 

Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y abatidos como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: -La mies es abundante, pero los obreros son pocos. Rogad por tanto al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder para expulsar espíritus inmundos y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. Los nombres de los doce apóstoles son: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; luego Santiago el hijo de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé;

Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo, y Judas Iscariote, el que lo entregó.

A estos doce los envió Jesús con las siguientes instrucciones: no vayáis a regiones de paganos ni entréis en los pueblos de Samaría. Id más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.

 

ORATIO

 

«La mies es abundante, pero los obreros son pocos. Rogad por tanto al dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (vv. 37-38). Señor, hoy tu Palabra nos indica claramente cuál debe ser el objeto de nuestra oración. Nos pides sintonizar con tu compasión por nuestra humanidad que, frecuentemente, busca en vano un camino por recorrer. Tú nos invitas a mirar con tus ojos la mies ya madura, a preocuparnos profundamente por ella, para que no pierda la buena cosecha. Tú nos animas a creer en la eficacia de nuestra oración cuando nos dirigimos a ti. Confiando en tu promesa y obedientes a tu mandato, hoy te suplicamos que envíes numerosos y celosos obreros a tu mies. Concédenos vivir en plena comunión en el sacrificio de alabanza y en el servicio a los hermanos, para ser misioneros y testigos de tu evangelio.

 

Mons. Salvador Cisneros

Parroquia Santa Teresa de Ávila

 

 

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