La Arquidiócesis en Misión de Verano; inició con misa de envío
Tijuana, B. C.- La Arquidiócesis de Tijuana inició la Misión de Verano el domingo 12 de junio, día de Pentecostés, con la Eucaristía de envío que celebró el Excelentísimo Señor Arzobispo Metropolitano, Don Rafael Romo Muñoz, a las 10:00 de la mañana en el Instituto México.
“Envié a una serie de laicos con una preparación de casi 2 años. Los enviamos para que empiecen un visiteo casa por casa, con una preparación en la fe, el día de Pentecostés, como dice la escritura: ´Como el Padre me envió, yo los envío a ustedes´”, comentó el Arzobispo.
El Arzobispo estuvo acompañado por el Vicario de Pastoral, Presbítero Francisco Landa Escobedo; el Coordinador de la Pastoral Litúrgica, Presbítero Alejando Michaus Chico, el párroco de la Parroquia Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Presbítero Oscar Villalpando y sacerdotes Misioneros de la Caridad. Asimismo por alrededor de 900 laicos, quienes recibieron una cruz misionera, bendecida por el Arzobispo, como signo de la misión.
Detalló que el objetivo es que los misioneros faciliten a nuestros hermanos alejados un encuentro con Dios, lo conozcan, lo amen, lo vivan y den testimonio de Él.
También mencionó Monseñor Romo Muñoz que la Iglesia es esencialmente misionera, y actualmente somos mil 200 millones de católicos en el mundo, pero aún los sacerdotes son insuficientes para seguir evangelizando.
Destacó que la carga de trabajo es pesada por ello los ministros consagrados se limitan a realizar lo esencial de su ministerio. De ahí que sea cada vez más necesario el apoyo de los fieles para llevar la Buena Nueva a nuestros hermanos.
Recordó que a mediados del siglo pasado los Obispos de América Latina se reunieron dando origen al CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana), y desde entonces han tenidos cinco encuentros.
El primero se realizó en Brasil, el segundo en Colombia, el tercero en México, el cuarto en Santo Domingo y el quinto en Aparecida, Brasil en el año 2007, con la presencia del Papa Benedicto XVI.
En este último encuentro participaron 250 Obispos de Latinoamérica, donde el Santo Padre los invitó a impulsar una misión continental.