El Pbro. Mónico Margarito, nuevo párroco de la P. María Inmaculada de la Salud
Tijuana, B.C.- El Pbro. Mónico Margarito Hernández es el nuevo párroco de la P. María Inmaculada de la Salud, quien recibió del Pbro. Francisco Curley esta parroquia, porque estaba atendiendo esta comunidad parroquial por la ausencia del Pbro. Alfonso Sánchez, Padre Ponchito, quien se encuentra hospitalizado.
El Pbro. Antonio Beltán Coronado, Secretario Canciller y Jefe Eclesial de la P. de Medios de Comunicación, presidió la eucaristía en representación del Administrador Apostólico, Don Rafael Romo Muñoz.
“El pastor debe oler a oveja, como dice el Santo Padre Francisco, y yo diría que ante todas las cosas el pastor tiene que oler a Cristo. Aquel a quien se le ha confiado un rebaño debe estar velando a sus ovejas que se han puesto en sus manos”, dijo el padre Antonio durante la homilía.
También el Pbro. José Luis Rodríguez De Anda realizará su ministerio en esta parroquia como vicario. Los sacerdotes que los acompañaron fueron: P. Jesús Monjarás, P. Papías Ramírez, P. Felipe Sánchez, P. Alexis Gándara, P. Teódulo Chávez y P. Guillermo Rodríguez, sacerdote de Guadalajara, amigo y compañero del seminario del Padre Mónico, así como familiares, feligreses y amigos.
El Padre Antonio también comentó que un pastor que no actúa en nombre de Cristo llamará a sus ovejas y éstas no escucharán su voz.
“Seguimos a Cristo y aquel que en su nombre hace las veces de Cristo, actúa como Cristo, lo van a seguir sus ovejas y en él contemplarán a Cristo”, mencionó el también párroco de la P. Nuestra Señora del Carmen.
Además comentó que los cambios de párrocos son muestra de la sucesión apostólica, lo que tiene que ayudarlos a madurar y a configurar a la comunidad parroquial, y con los sacerdotes que en los últimos meses han estado en esta parroquia los enriquece son sus diversos dones.
Posteriormente el Padre Mónico hizo su profesión de fe y sus promesas sacerdotales, donde realizó el rito de recibir las llaves y abrir la puerta del templo parroquial, la bendición del bautisterio, del confesionario, la adoración del Santísimo Sacramento, sentarse en la sede y recibir los libros parroquiales.
Al término de la Eucaristía el Padre Mónico dio un mensaje a su nueva comunidad parroquial, a quienes invitó a ser una parroquia en salida, que vaya a las periferias, que sea una comunidad samaritana.
Así mismo agradeció a sus hermanos sacerdotes, a su familia, amigos y feligreses de las parroquias San Ignacio de Loyola y Santo Ángel, y la Capilla Mater Dolorosa.
Por su parte el Padre Curley, acompañado por los coordinadores de pastorales y grupos parroquiales, entregó una imagen de María Inmaculada de la Salud al nuevo párroco y al nuevo vicario.