Pena de dimisión del estado clerical al Sr. Raymundo Figueroa Pérez

 

Tijuana, B.C., a 6 de enero de 2012.

 

 

 

A los señores sacerdotes, religiosos y religiosas;

a todo el Pueblo de Dios que peregrina en esta Arquidiócesis de Tijuana, especialmente a los fieles de Playas de Rosarito:

 

Que el amor de Dios manifestado en Cristo nacido para nuestra salvación ilumine su caminar en este año nuevo 2012.

                                         

Con profundos sentimientos de padre y pastor, les comunico que, después de una prolongada serie de acontecimientos, concluye una etapa dolorosa para nuestra Iglesia particular de Tijuana, iniciada en mayo de 2009: la del conflicto suscitado por el entonces presbítero Raymundo Figueroa Pérez.

 

Después de agotar los recursos de diálogo, se procedió al juicio eclesiástico en su contra, en cuyo proceso la Sagrada Congregación para el Clero en Roma fue paulatinamente girando indicaciones y analizando de manera exhaustiva el caso.

 

Finalmente, dicha Congregación, mediante decreto protocolizado con el Núm. 2011 2624/F, el 9 de noviembre pasado emitió su fallo, imponiendo la pena de dimisión del estado clerical al Sr. Raymundo Figueroa Pérez, y explicitando que se trata de una decisión suprema e inapelable, que no es susceptible de ningún recurso.

 

El decreto vaticano lo deja sin los derechos y oficios del estado clerical, pero también lo libera de las obligaciones inherentes a la sagrada ordenación, entre ellas el celibato sacerdotal.

 

El Sr. Figueroa ha quedado, pues, expulsado de todo ejercicio sacerdotal, y su situación en la Iglesia es como la de todo fiel cristiano laico. Además, la pena impuesta por la Santa Sede le impide tener cargos pastorales o administrativos en la Iglesia, así como enseñar o exponer doctrina en cualquier institución católica.


 

Su dimisión significa también que los sacramentos que atente celebrar son inválidos. A partir del 9 de noviembre de 2011, fecha en que Su Santidad el Papa Benedicto XVI determinó su expulsión a través de la Sagrada Congregación para el Clero, ya no hay dudas sobre posibles excepciones: La Iglesia Católica no le reconoce ningún sacramento como válido.

 

Por último, como la dimisión del estado clerical no conlleva la excomunión, exhorto al Sr. Raymundo Figueroa Pérez a que participe en la vida del Pueblo de Dios, de un modo congruente con su nueva condición, y así se muestre como buen hijo de la Iglesia.

 

 

 

 

 

+ Rafael Romo Muñoz

Arzobispo de Tijuana

 

 

 

Doy Fe:

 

 

 

Pbro. Antonio Beltrán Corando

Secretario Canciller

 

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