Aquel que persevere hasta el fin se salvará

Viernes

LECTIO

Evangelio: Mateo 10,16-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas. Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas.  A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.

 

ORATIO

Condúceme tú, luz amable, condúceme en la oscuridad que me estrecha. La noche es oscura, la casa está lejos; condúceme tú, luz amable. Guía tú mis pasos, luz amable. No pido ver muy lejos; me basta con un paso, sólo con el primer paso. Condúceme adelante, luz amable. No siempre fue así, no te recé para que tú me guiaras y me condujeras. Quise ver por mí mismo mi camino, y ahora eres tú quien me guía, luz amable. Yo quería certezas; olvida aquellos días, para que tu amor no me abandone; hasta que pase la noche tú me guiarás con seguridad a ti, luz amable.

 

Mons. Salvador Cisneros G.

Parroquia Santa Teresa de Ávila

 

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