Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!

Jueves: Jesús, signo de contradicción

Evangelio: Lucas 12, 49-53

Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!

¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.  De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra».

 

ORATIO

Me arrodillo ante ti, oh Padre, de quien procede todo don en el cielo y en la tierra. Y te pido que derra-mes en mí tu Espíritu, para que me despierte a una fe viva que, por la gracia del Señor Jesús, inhabitando en lo más hondo de mi corazón, rne permita comprender algo del amor de mi Dios, que supera toda posibilidad humana de conocer.

Concédeme, oh Padre, cada día el asombro y la veneración de este amor desmesurado. Concédeme la certeza de que tú, con el poder que ya obra en mí y en toda la Iglesia, recibes gloria: incluso a través de mi pequeñez, más allá y por encima de todas mis aspiraciones, si persevero en la lucha contra mi ego y sus mezquinas exigencias, sostenido por tu Espíritu que es Amor.

 

Mons. Salvador Cisneros

Parroquia Santa Teresa de Ávila

 

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