50 Años de entrega generosa de la Hna. Consuelo de Jesús, Carmelita Misionera de Santa Teresa: “fidelidad y fiesta del amor de parte de Dios”
Pastoral para la Comunicación. – El pasado miércoles, 10 de julio de 2019, la Comunidad de las Hnas. Carmelitas Misioneras de Santa Teresa celebraron con gran alegría el 50 aniversario de Consagración Religiosa de su Superiora, la Hna. Consuelo A. de Jesús Guerrero Gámez, con una misa solemne en la Parroquia de Santa Teresa de Ávila a las 12:00 m.d., la cual fue presidida por el Pbro. Zbigniew Szczotka, M.C., Vicario para la Vida Consagrada en la Arquidiócesis de Tijuana y con-celebrada por el párroco Mons. Salvador Cisneros Gudiño y el Pbro. Joaquín López González.
La Hna. Consuelo ingresó a la Congregación de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa el 05 de enero de 1967, tomó hábito el 8 de julio del mismo año y emitió su primera profesión el 10 de julio de 1969 en Morelia, Mich. Sus votos perpetuos fueron el 01 de octubre de 1977 en México, D.F. y sus Bodas de Plata el 10 de julio de 1994, en Guadalajara, Jalisco.
Comenzó su Vida Apostólica el 30 de junio de 1972 en el Sanatorio Margarita en Querétaro. Los servicios que ha prestado a la Congregación son: Promotora Vocacional, Maestra de Postulantes y Novicias, Consejera Provincial y Superiora en diferentes comunidades.
Su experiencia de Dios la ha vivido y compartido en las siguientes comunidades: Querétaro, Tamaulipas, Xochimilco, Ensenada, en la Casa de Oración y Casa Provincial de Guadalajara y actualmente en Tijuana, B.C.
“En estas Bodas de Oro celebramos la fiesta del amor y de la fidelidad de parte de Dios y la entrega generosa que nuestra hermana Consuelo de Jesús ha vivido a través de este tiempo”, compartieron las Hnas. Carmelitas Misioneras de Santa Teresa. Una vida marcada por la exigencia de una visión, ya que la vocación es llamado, es sentido, es carisma, es misión. Vivir la Vida Religiosa con todo lo que implica de retos y esperanzas es profundizar en las huellas de Cristo. Ser testimonio del amor, bondad y fidelidad.
El Padre Vicario Episcopal para la Vida Consagrada acentuó la enorme dicha de la Hna. Consuelo de Jesús y la dicha de todos los presentes que han podido acompañar a la Esposa de Cristo por 50 años, que si bien, no es cualquier cosa. “En la Iglesia como el Cielo y aquí en la Tierra, nos alegramos, nos llenamos de gratitud por este don de nuestra hermana, por esa entrega total a Jesús, por amor a Él y a sus hermanos”– afirmó.
Para hablar de la vida consagrada, el Papa Francisco nos regaló una carta en la que nos comparte que los consagrados, no solamente tienen una historia, una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir. Tenemos que poner los ojos en el futuro hacia el que el Espíritu Santo nos impulsa para seguir haciendo con nosotros cosas grandes.
No es fácil abrazar el futuro con esperanza, una esperanza que no se basa en los números o en las obras sino en Aquel en quien hemos puesto nuestra confianza y para Él que nada es imposible. Esta es la esperanza de nuestra hermana Consuelo de Jesús, como lo dice su nombre, “consolar a su Esposo”, ser el consuelo de Jesús. Vivir la experiencia de Dios y trabajar para ayudar a que otros la vivan. Qué hermoso es vivir la vida que Dios quiere, que Dios espera de nosotros.
Hermana, acuérdese siempre de lo que dice Santa Teresa de Ávila: “Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta”. Solo Dios basta y todo es gracia.
Citando de nuevo al Papa Francisco: qué hubiera pasado si en este mundo no hubiera hermanas, en este mundo, en nuestra Iglesia, las hermanas en los hospitales, en las escuelas, en las misiones por todos lados en todas partes. Ellas son como la levadura que lleva adelante al pueblo de Dios. No podemos imaginar el mundo sin las Hermanas Carmelitas Misioneras de Santa Teresa, porque con su misión, su carisma, sus quehaceres y su aportación a nuestra sociedad de una manera especial en esta sociedad de Tijuana es irremplazable.
Nuestras oraciones con usted, gracias, siga perseverando, es una luz que brilla en este camino en el que somos llamados, usted ha sido una luz para nosotros – finalizó.