¡Cristo ha resucitado!
La Resurrección de Cristo es el principio y fundamento de la fe cristiana, pues "si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe".
La Resurrección de Cristo es el culmen de la Historia de la Salvación: Jesús ha vencido al pecado y a la muerte y es el principio de nuestra justificación y de nuestra futura resurrección.
La fiesta de la Resurrección es la fiesta de las fiestas. La Resurrección de Cristo es el triunfo de la vida: es alegría y liberación del pecado y de la muerte y, por ende, motivo de esperanza.
Por esto, hoy, cielos y tierra cantan el aleluya, expresión de alegría que significa "alabad al Señor", antiguo grito de alabanza litúrgica heredado del culto israelítico.
Celebramos hoy el hecho central de nuestra fe: que Cristo, tal como decimos en el Símbolo de la fe, después de su crucifixión, muerte y sepultura, "resucitó al tercer día".
El evangelio, que nos invita a dejarnos penetrar por la luz de la fe ante el hecho del sepulcro vacío de Jesús.
Este hecho desconcertó a las mujeres y a los mismos Apóstoles, que entendieron que Cristo a quien habían seguido era el VIVIENTE; en Él triunfaba la vida, era el vencedor de la muerte.
La Pascua nos pide sobre todo un gran ACTO DE FE. Creemos que Cristo vive; creemos que es nuestro Redentor, el Redentor del hombre y de todo hombre que no lo rechaza; creemos que en Cristo tenemos la Vida verdadera…Cristo resucitó por todos nosotros.
Él es la primicia y la plenitud de una humanidad renovada. Su vida gloriosa es como un inagotable tesoro, que todos estamos llamados a compartir desde ahora.
Mons. Salvador Cisneros
Parroquia Santa Teresa de Ávila