Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
A los Sacerdotes, Religiosos, Religiosas y Laicos de la Arquidiócesis de Tijuana
“Tomen: esto es mi cuerpo; y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció: Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos”. (Mc. 14,23-24).
Les saludo, rogando al Señor Jesús les colme de gracia y bendición.
Culminando el tiempo gozoso de la Pascua con la celebración de Pentecostés, les invito a que se dispongan a celebrar la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo en sus comunidades el próximo 31 de mayo. Vívanlo como una gran fiesta de fe. La Iglesia recomienda dos momentos importantes, La Santa Misa y la Procesión con el Santísimo.
Sabemos que la Eucaristía es el lugar privilegiado en donde Dios se hace presente con su acción salvadora. En efecto, la Eucaristía es acción de gracias y de alabanza al Padre; memorial del sacrificio de Cristo y de su Cuerpo; presencia de Cristo por el poder de su Palabra y de su Espíritu. Así mismo, la Eucaristía no puede ser nunca un hecho privado, reservado a personas escogidas según afinidades o amistad. La Eucaristía es un culto público.
A los párrocos les pido que en este día se celebre una Misa Especial y una Procesión con el Santísimo, ya sea por las calles de su comunidad parroquial o en el atrio, convocando a participar a todos los fieles como Misa de precepto. Les invito a que le pongamos cariño a esta solemnidad, de modo que todas nuestras parroquias vivan cada vez con mayor profundidad este Misterio de amor.
Que el Señor Jesús les bendiga abundantemente y que la Santísima Virgen de Loreto los acompañe en su entrega diaria.
+Mons. Francisco Moreno Barrón
Arzobispo de Tijuana