Es importante la comunicación entre las generaciones y el rol de los abuelos en consolidar los lazos familiares y en la transmisión de la fe
Viaje apostólico del Santo Padre a Irlanda
“Queridos hermanos y hermanas:
El fin de semana pasado estuve en Irlanda para participar en el Encuentro Mundial de las Familias, que tenía como lema: «El Evangelio de la familia, alegría para el mundo». Deseaba animar a las familias cristianas en su vocación para ser transmisoras de la alegría y de la fecundidad del amor de Dios en medio de la sociedad y del mundo.
Pude encontrar a muchas personas y familias en Dublín y en el Santuario mariano de Knock. Las experiencias que ellas compartieron fueron enriquecedoras y luminosas. Manifestaron que el amor vivido en el matrimonio es un don de Dios, que debe cultivarse cada día con el diálogo, con el tiempo que pasan juntos, con la ternura. Es importante también la comunicación entre las generaciones y el rol de los abuelos en consolidar los lazos familiares y en la transmisión de la fe.
Por otra parte, experimenté el sufrimiento de tantas personas por los abusos a menores perpetrados por miembros de la Iglesia y por no haber sido afrontados debidamente. Varias veces, y especialmente en Knock, pedí perdón al Señor por esas acciones, y pedí la intercesión de la Virgen para que conceda la gracia de la sanación a las víctimas y nos dé la fuerza para perseguir con firmeza la verdad y la justicia, pudiendo así renovar la Iglesia en Irlanda y en todo el mundo.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica.
Los animo a que sigan adelante en su compromiso cristiano, sin desfallecer, sosteniéndose unos a otros. Y les pido que recen por las familias, y también por los sacerdotes, para que cada uno en su estado de vida sea, en medio de la sociedad, un testigo valiente de la alegría del evangelio y fermento de bondad y de santidad.
Que Dios los bendiga. Muchas gracias.”
(Papa Francisco en la Audiencia General del miércoles 29 de agosto de 2018)