La Iglesia apoya a nuestros hermanos damnificados

 

Tijuana, B. C.- El Excelentísimo Señor Arzobispo Metropolitano, Don Rafael Romo Muñoz, informó que la Iglesia ha estado apoyando a nuestros hermanos damnificados por las lluvias en gran parte de nuestro país. Y el Papa Francisco también envió un donativo para quienes más lo necesitan.

“En estos días que México se ha visto sometido a tanto sufrimiento por los detalles de la naturaleza, tremendos con estas lluvias, crecientes de los ríos. El Papa mismo se hizo presente primero mandando unas condolencias a México por todos los acontecimientos dolorosos, y también mandando después una buena ayuda. Mandó a México 100 mil dólares para venir en ayuda de todos nuestros hermanos damnificados”, dijo el Arzobispo.

Mencionó que el Papa Francisco, hondamente preocupado por las dramáticas consecuencias del paso de los fenómenos "Ingrid" y "Manuel", además de dirigir un mensaje de consuelo y solidaridad a México, envió este donativo a través del Pontificio Consejo Cor Unum para ayudar a los damnificados, mismos que serán distribuidos por medio de las diócesis de las zonas afectadas.

De esta manera, el Sumo Pontífice se sumó a los esfuerzos de la Iglesia Católica en México, que como lo ha hecho siempre en situaciones semejantes desde el comienzo de la desgracia ha estado cerca de quienes han perdido a sus seres queridos y se han quedado sin hogar y sin patrimonio.

Y mencionó que los obispos de México, sacerdotes, diáconos, personas consagradas, seminaristas, fieles laicos y hombres y mujeres de buena voluntad han respondido pronta, adecuada y organizadamente en la emergencia, además de unirse en oración para implorar la misericordia divina han ayudado a desalojar a personas y comunidades en peligro.

También se han sumado a las actividades de rescate y limpieza, han instalado albergues y centros de acopio, han convocado a la solidaridad con los damnificados, sorteando limitaciones de recursos y medios de transporte.

A pesar de ello han colectado y distribuido sin descanso más de 40 toneladas de alimentos, agua, medicina, ropa y artículos de primera necesidad a través de catedrales, parroquias y seminarios. Y a través de Cáritas, institución católica de apoyo a los más necesitados, colectó donativos en efectivo en las diócesis más alejadas de las zonas afectadas.

“La Iglesia se hace también presente como siempre en estas circunstancias. Asimismo brindando atención psicológica y espiritual”, enfatizó el Arzobispo.

Y refirió el apoyo que brindó la Arquidiócesis de Tijuana a los afectados de esta ciudad en las torrenciales lluvias de 1993, que aunque él todavía no estaba aquí le platicaron esta difícil experiencia.

El Seminario Diocesano de Tijuana fue el centro de acopio para apoyar las áreas de la ciudad.

 

 

 

 

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