La asunción de María

En la fiesta de la Asunción existen tres niveles:La victoria de Cristo Resucitado. El es la "primicia": el primero que triunfa plenamente de la muerte y del mal, resucitando a la nueva vida.La Virgen María es la "primera cristiana", la que participa más plenamente en esa victoria de su Hijo. La Virgen que supo abrirse totalmente a Dios, que creyó en Él, le alabó y le fue dócil en su vida, es glorificada, como primer fruto de la Pascua de Jesús, asociada a su victoria. En verdad "ha hecho obras grandes" en ella el Señor.c) Pero la fiesta de hoy presenta el triunfo de Cristo y de la Virgen en su proyección a todos nosotros: a la Iglesia y a toda la humanidad. María es el modelo de los cristianos, la que en todo momento apoya a la Iglesia en su lucha contra el mal. La figura de la "mujer" que da a luz al salvador se cumple en María, prototipo de todo lo que la comunidad cristiana quiere llegar a ser, Madre del Mesías y Auxilio constante de la Iglesia contra los dragones que quieren hacer triunfar el mal en este mundo.Por eso, al celebrar la victoria de ella, celebramos nuestra propia esperanza: "ella es figura y primicia de la Iglesia, que un día será glorificada; ella es consuelo y esperanza de tu pueblo, todavía peregrino en la tierra".La Asunción de María nos demuestra que el plan de Dios es plan de salvación para todos, y que ya se cumple en una de nuestra familia, modelo y anticipo de todos.Es una prueba de que el destino del hombre no es la muerte, sino la vida. Y además, que es todo el hombre, alma y cuerpo, el que está destinado a la vida total. Dignidad y futuro también de nuestro cuerpo…Celebrar con fe la Asunción de María es afirmar nuestro destino de salvación, nuestro optimismo de presente y de futuro. 

Mons. Salvador Cisneros G.

Parroquia Santa Teresa de Ávila

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