Estar atentos y vigilantes
Jueves 26 de agosto
Evangelio: Mateo: 24,42-51. Estar atentos y vigilantes
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si es un mal servidor, que piensa: "Mi señor tardará", y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
ORATIO
Gracias, Señor, por habernos llamado a tu servicio. Nos has entregado los bienes de esta tierra y el cuidado de nuestros hermanos más pequeños; te has fiado de nosotros. Este tiempo es para nosotros un tiempo de prueba: administrar en tu lugar no es tarea fácil. ¿Qué pides de nosotros, Padre de toda sabiduría? Nos pides que miremos a tu Hijo, Jesús, su misericordia, su sacrificio, recordando sus palabras: «El siervo no es más que su Señor… Os he dado ejemplo para que, como he hecho yo, hagáis también vosotros» (cf. Jn 13,15ss), y vivir en esta solicitud fraterna el tiempo presente como algo que no nos pertenece, hasta tu vuelta a casa.
Mons. Salvador Cisneros
Parroquia Santa Teresa de Ávila