Misión de los Doce
Miércoles: Misión de los Doce
Evangelio: Lucas 9,1-6
En aquel tiempo, Jesús convocó a los Doce y les dio poder para expulsar toda clase de demonios y para curar las enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos. Y les dijo: No lleven para el camino ni bastón ni alforjas, ni pan ni dinero, ni dos túnicas. Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se marchen de aquel lugar. Y donde no los reciban, márchense y sacudan el polvo de sus pies, como testimonio contra ellos. Ellos se marcharon y fueron recorriendo las aldeas, anunciando el Evangelio y curando por todas partes.
MEDITATIO
La misión de los Doce hunde sus raíces en el proyecto de Jesús de reunir al pueblo de Israel en torno al anuncio de la salvación. El discurso de Jesús a sus enviados se refiere, más que a los contenidos de su predicación, a las indicaciones sobre el estilo que deberá tener el apóstol: desde el equipaje que debe llevar al comportamiento que tiene que seguir en el lugar en donde le den hospedaje. Lucas presenta la misión de los Doce como la prolongación del mismo ministerio de Jesús. Así, los «convoca» como ya había hecho cuando les llamó en el monte.
ORATIO
Te doy gracias, oh Señor, por haberme hecho encontrar la alegre noticia de tu amor a la humanidad, que ha hecho brillar mi rostro y llenado mi corazón de alegría. En tu Evangelio he encontrado refugio, consuelo, curación, liberación y fuerza.
Te pido que me colmes de tu Santo Espíritu, para que no haya nada más querido a mi corazón que la causa del Evangelio y para que pueda anunciarlo a los hermanos y hermanas con firmeza de fe y con generosidad de obras.
Te pido la gracia de vivir esta tarea de evangelización de modo alegre, libre de preocupaciones enredadoras, solícito al bien de mis hermanos y hermanas, sin fiarme demasiado de mí mismo, sino confiando más bien en el poder de tu nombre. Amén.
Mons. Salvador Cisneros G.
Parroquia Santa Teresa de Ávila