En el Día de los y las Enfermeras: reconocerles, apreciarles y agradecerles por entrega y servicio
Pastoral para la Comunicación.- Los profesionales de la enfermería son un pilar fundamental dentro del Sistema de Salud. Su compromiso y dedicación se ven reflejados diariamente en la atención y cuidados que brindan a los pacientes, sin distinción de sexo y edad. Por ello, desde 1931 el 6 de enero se celebra en México a las enfermeras y enfermeros, gracias a que el Dr. José Castro Villagrana, quien fuera en ese entonces director del Hospital Juárez de México, estableció que ese día se les reconociera.
En este marco, se resaltan algunos acentos del Papa Francisco al referirse a tan loable servicio de los profesionales de la salud reflexiona sobre cómo hacer posible un milagro en el ámbito de la salud, afirmando que: “Un milagro no es hacer lo imposible; el milagro es encontrar en el enfermo, en el desamparado que tenemos delante, a un hermano. Estamos llamados a reconocer en el receptor de las prestaciones el inmenso valor de su dignidad como ser humano, como hijo de Dios. Esta conciencia —si está profundamente arraigada en el substrato social— permitirá que se creen las estructuras legislativas, económicas, médicas necesarias para afrontar los problemas que vayan surgiendo”.
Los agentes sanitarios “velan por el cuidado de los enfermos que no significa sólo la aplicación de la terapia sino que incluye también hacerse responsable del hermano, hacerlo sentir amado y respetado: Curar a los enfermos no es simplemente la aséptica aplicación de medicamentos o terapias apropiadas. Ni siquiera su sentido primigenio se limita a buscar el restablecimiento de la salud”.
Al tiempo que considera que la sociedad contemporánea esta llamada a reconocer, apreciar y agradecer el servicio y entrega de tantos agentes de la salud como enfermeros y enfermeras, médicos, etc. Se entregan con generosidad a su vocación.