Inicia la cuaresma, cuarenta días de preparación hacia la Semana Santa, cuando celebraremos el misterio central de nuestra fe
Pastoral de la Comunicación. -El Miércoles de Ceniza, conocido en la tradición litúrgica de la Iglesia como “miércoles al inicio del ayuno”, comienza con el sobrio rito de la ceniza, y, de este modo, se da comienzo a la Cuaresma. Un tiempo litúrgico que aproxima A la Semana Santa y llegada a la Pascua.
Las cenizas, provienen de la quema de los ramos de olivo del Domingo de Ramos del año anterior o de artículos que fueron destinados al servicio litúrgico y que por su desgaste ya no tiene un uso actual. Al tiempo que es una manifestación material y visible. Con la fórmula que reza: “recuerda, hombre, que eres polvo y al polvo volverás”, o “conviértete y cree en el Evangelio”, el ministro hace la señal de la cruz sobre la cabeza de cada persona en la liturgia del Miércoles de Ceniza.
El rito de la ceniza que se recibe lleva consigo un compromiso espiritual y social específicamente en el camino permanente de la conversión personal, familiar y comunitario.
Este miércoles de ceniza da inicio la cuaresma, cuarenta días de preparación hacia la Semana Santa, cuando celebraremos el misterio central de nuestra fe: Cristo que padece, muere y resucita por nosotros.
El Sr. Arzobispo Francisco Moreno Barrón, apuntó acerca del inicio de la cuaresma con el miércoles de ceniza: “Durante esta cuaresma quiero invitarlos, con toda la Iglesia, a que nos unamos primero en oración. Que sea un tiempo especial de oración para hablar con Dios, que sabemos que nos ama. Segundo, que sea un tiempo para sacrificar un poquito nuestros sentidos en nuestro comer, en nuestro beber, en nuestros gustos. ¿Esto para qué? Para disponernos a recibir las gracias que Dios nos tiene preparadas durante esta cuaresma y en la Semana Santa. Y finalmente, en esta cuaresma aprendamos a compartir de lo que somos y tenemos con los que nos rodean, especialmente con los pobres, con los enfermos, con los que parecen menos útiles a los ojos del mundo, dándoles de nuestro tiempo y atenciones, un poco de comida, ropa, dinero, etc.”
El Arzobispo también pide a los fieles católicos que vivamos nuestra cuaresma en oración, sacrificando un poco nuestros sentidos, purificándolos a través de estos gestos y practicando la caridad con los más necesitados. Con estas sugerencias llegaremos preparados para vivir santamente la Semana Santa.