Pastoral de la Movilidad Humana: acompañar el viacrucis por las personas migrantes y refugiadas

Pastoral de la Comunicación.- Con más de una década, diversas Conferencias Episcopales de Latinoamérica a través de la Dimensión de la Movilidad Humana, Diócesis de fronteras en el norte y sur de México, Casas del Migrante y agentes en este ámbito pastoral han promovido y exhortado especialmente en el tiempo de Cuaresma y de la Semana Santa, a no olvidar la oración, meditación y acción a través del rezo del “Viacrucis por las personas migrantes y refugiadas”.

En efecto, en los últimos viacrucis rezados por el Obispo de Roma, ha insistido en considerar el pulso de los dramas actuales ante la situación del fenómeno migratorio a nivel global. “Nadie puede sentirse excluido…el sufrimiento para el hombre es a veces un absurdo, incomprensible para la mente, presagio de muerte. Hay sufrimientos que parecen negar el amor de Dios. ¿Dónde está Dios en los campos de exterminio? ¿Dónde está Dios en las minas y en las fábricas donde trabajan los niños como esclavos? ¿Dónde está Dios en las barcas que se hunden en el Mediterráneo?”. Meditaba en el 2016 durante el viacrucis el Papa Francisco.

Acentuando en variados momentos el viacrucis de tantos migrantes: “¿Cómo no ver el rostro del Señor en los millones de prófugos, refugiados y desplazados que huyen desesperados del horror de la guerra, de las persecuciones y de las dictaduras? Advirtiendo que las políticas migratorias de rechazo hacia los inmigrantes y refugiados siguen presentes hoy en los rostros e historias de tantos migrantes que sigue recorriendo las estaciones que claman a la Pasión de Cristo, a su calvario, a la muerte del crucificado con la esperanza de una Pascua mejor para sus vidas y familias.

 

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