Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores

Sábado 25

 

Lectura

 

San Lucas 5,27-32.

 

Después Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y los escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: "¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?". Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan".

 

ORATIO

 

Padre misericordioso, tú cuidas de todos los pequeños de la tierra y quieres que cada uno sea signo e instrumento de tu bondad con los demás. Tú brindas tu amor a todo hijo herido por el pecado y quieres unirnos a unos con otros con vínculos de fraternidad.

 

Perdóname, Señor, si he cerrado las manos y el corazón al indigente que vive a mi lado, pobre de bienes o privado del Bien. Todavía no he comprendido que tu Hijo ha venido a sentarse a la mesa de los pecadores; me he creído mejor que los demás. Por esta razón soy yo el pecador. Haz que resuene tu voz en mi corazón, llámame ahora y siempre, oh Dios. Abandonando las falsas seguridades, quiero levantarme para seguir a Cristo en una vida nueva. Y será fiesta.

 

Mons. Salvador Cisneros

Parroquia Santa Teresa de Ávila

 

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