¡Feliz Día de las Madres!

                                                    

 

Ser madre es retomar la esencia de la vida.

Es ver pasar tu vida en un instante.

Es estar doblemente llena de vida.

Es abrazar la ternura.

Ser madre es entender sin palabras la inocencia.

Es tener barro fresco en tus manos.

Es la dicha de poder dar lo mejor de ti.

Ser madre es mirar a los ojos a Dios.

Es estar más completa que nunca.

Es sentir la alegría más intensa.

Ser madre es poder tocar el cielo.

Es alimentar la esperanza.

Ser madre es el papel más bello.

Es la conquista más plena.

Es lo inimaginable hecho realidad.

 

 

A TI MUJER, MADRE

 

Hay una mujer que tiene algo de Dios: pues de ella se ha valido para procrear.

Que tiene mucho de ángel por la inmensidad de su cariño, por la incansable labor de sus cuidados, por la enorme cantidad de ternura que día a día vierte sobre sus hijos.

Hay una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una anciana.

Hay una mujer que en la vejez trabaja con el vigor de la juventud.

Una mujer que siendo vigorosa estremece con el llanto de un niño.

Una mujer que siendo débil se convierte en una furia desatada cuanto ve en peligro a los que ama.

Hay una mujer que mientras vive no permite que sepamos su gran valía; porque el simple hecho de tenerla a nuestro lado nos hace más fácil nuestra estancia y olvidamos, con mucha facilidad a esta mujer tan querida.

Por ello, el día de hoy reflexionemos y rindamos un homenaje a esa mujer que algún día nos arrulló en la cuna, a esa mujer que algún día nos señaló el camino por el que ahora deambulamos, a esa mujer que quizás ahora disfrazada de abuelita sigue virtiendo sobre nosotros su ternura.

A esa mujer que quizás ya desde el cielo sigue estando siempre a nuestro lado.

Por esto y mis cosas más,

 

¡BENDITA SEAS POR SIEMPRE MAMÁ!

 

Mons. Salvador Cisneros

Parroquia Santa Teresa de Ávila

 

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