Nuestro Arzobispo Francisco: “Nunca olvidaré aquella mañana en que Dios me llamó al sacerdocio, con una pregunta discreta de mi mamá; Hijo, ¿te gustaría ser sacerdote?
Pastoral de la Comunicación.- Durante la Celebración Eucarística el 25 de febrero con motivo del Cuadragésimo Aniversario de Ordenación Sacerdotal de nuestro Arzobispo Francisco Moreno Barrón en comunión con el Presbiterio y fieles de las parroquias, congregaciones religiosas, movimientos apostólicos y representantes de la ciudadanía tijuanense, expreso durante la homilía que junto al número cuarenta de un Aniversario más esta la misericordia y la llamada siempre nueva del Señor. ‘Hoy hemos de añadir en esta larga lista de simbolismos de número cuarenta, este aniversario de mi ordenación sacerdotal, puesto que estamos llamado a seguir escribiendo con nuestra vida la historia de nuestra salvación’. ‘El apóstol Pablo nos exhorta especialmente a los sacerdotes a saber que todo es obra y gracia de Dios en nosotros, Él nos forjo del barro, baro somos y estamos revestidos de fragilidad, a pesar de nuestras infidelidades Él no se arrepiente de su elección’. Para vivir auténticamente el ministerio que se le ha confiado el sacerdote necesita haber experimentado en carne propia el amor misericordioso de Dios, solo así podrá predicar y llevar a sus hermanos al encuentro con Jesucristo.
Aseguró que el sacerdote lleva en sus manos un tesoro muy hermoso, pero conscientes de que esta en vasijas de barro, “somos pecadores y específicamente como sacerdotes el Señor nos ha perdonado”. Por eso nuestro proceso de conversión ha de ser continuo y por eso nos atrevemos a celebrar los Sagrados Misterios. ‘El Señor nos hace dignos con su gracia de Ser sacerdotes y hemos de corresponderle diariamente’. Además compartió algunos momentos claves de su vocación, explico el Sr. Arzobispo Francisco Moreno Barrón.
LA HISTORIA DE MI VOCACIÓN
Nunca olvidaré aquella mañana en que Dios a través de mi mamá me llamó al sacerdocio, bastó una discreta pregunta: Hijo, ¿no te gustaría ser sacerdote? Sorprendido y con emoción le respondí inmediatamente que sí era apenas un niño de 12 años de edad, pero lo tome muy enserio.
Un 25 de febrero de 1979 ante el E.S. Arzobispo de Morelia Don Estanislao Alcaraz Figueroa hice mis promesas sacerdotales y él me hizo sacerdote en el orden de los presbíteros. Todavía resuena en mi interior el repique jubiloso de las campanas de la Catedral con sonido festivo de aquella ordenación presbiteral.
‘Qué maravillosa es la vida sacerdotal un camino sacerdotal para la plena realización en el amor’. Por ello, “Estoy convencido de que nuestra Arquidiócesis de Tijuana con este mosaico humano proveniente de toda la república mexicana es un semillero vocacional. Amados hermanos en una mirada retrospectiva contemplo esos cuarenta años de historia de la salvación de los que Dios me ha colmado de su amor y de su predilección y mi corazón se llena de gratitud hacia él y hacia la Iglesia, desde mi pobreza le suplico a Jesús que me muestre su rostro misericordioso y perdone todos mis pecados para renovar en esta Eucaristía mi compromiso de amor y fidelidad ante ustedes que son la Iglesia y comenzar de nuevo mi camino con ilusión y entusiasmo como si fuera el primer día de mi ordenación sacerdotal.