Cinco formas de construir la paz
1.- Construir la paz interior y la paz social requiere no sólo de nuestras propias fuerzas, sino de la gracia de Dios que se ha manifestado en Jesucristo, la Palabra del Padre, y nos invita siempre a “apacentar a las ovejas” de su rebaño. Debemos pasar a la reflexión y a la acción.
2.- Educarnos y educar para la paz. Salir de la ignorancia para descubrir la riqueza y el valor de toda persona humana. Detrás de todo ser humano no sólo están sus ideas, sus sentimientos, sus palabras, sino el dedo de Dios que ha llamado a la vida. Debemos preocuparnos por fomentar actitudes de respeto, de cuidado y promoción del otro.
3.- Cuidar la vida en todas sus formas. Cuidar la creación, cuidar nuestro entorno, generar condiciones de bienestar, según nuestra propia responsabilidad. Preocuparnos por promover el sentido de la belleza, de la armonía en nuestros hogares, en nuestra colonia, en nuestra ciudad, en nuestras escuelas y ambientes de trabajo.
4.- La paz es la constante, permanente y continua actitud de generar el progreso, el desarrollo, el bien de nuestros prójimos. La paz no se espera, se construye con solidaridad, con generosidad, con desprendimiento, con confianza, con amor. Imitar la entrega de Jesús hasta en la Cruz, principio de la Salvación del hombre.
5.- Antes que nada ser misericordiosos. Tratar de entender, de comprender, de ayudar siempre al otro. Nunca “entramparnos” en dinámicas de conflicto, de odio, de desconfianza, de miedo. Vencer siempre el mal con el bien, como dice San Pablo. Dios es caridad, y nos llama siempre a vivir esta misma caridad.
Mons. Salvador Cisneros
Parroquia Santa Teresa de Ávila