¿Por qué celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones?

Pastoral para la Comunicación. -Es de ordinario que nuestra Iglesia Católica celebre la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (JMOV) en el marco del IV Domingo de Pascua, conocido como el “Domingo del Buen Pastor” dado que la liturgia conmemora ese día con el Capítulo 10, 11-18 del Evangelio de san Juan. Sin embrago, las diócesis del mundo con su Obispo designan en el tiempo pascual la fecha cercana a celebrar esta Jornada en sus Iglesia particulares.

¿Cómo surge la idea de realizar la Jornada (Día) Mundial de Oración por las Vocaciones? Todo inicia con el mandato de Jesús: “Orad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a sus mies” (Mt 9,38; Lc 10,2); dos sacerdotes que encarnan el mandado, y un Papa que lo instituye.

En Francia resalta la figura de Don Aníbal M. de Francia, fundador de los Rogacionistas, y en España Don Manuel Domingo y Sol, fundador de la Hermandad de sacerdotes Operarios Diocesanos; al primero, san Juan Pablo II lo ha elogiado como un “Auténtico precursor y celoso maestro de la moderna Pastoral vocacional”; al segundo le ha concedido el titulado de: “el santo Apóstol de las vocaciones”.

Bajo el impulso de los Papas y el celo peculiar de los “Apóstoles de las vocaciones” han surgido en la Iglesia diversas actividades e iniciativas que han tenido como fin último el rezar en comunidad por las vocaciones. Será en 1951, que la revista Rogate Ergo insiste en la creación de un “Día por las vocaciones”. Y un año después la misma sugerencia se hace manifiesta desde la revista Ecclesia, por parte del operario Jorge Sans Vila.

Diez años después, el Papa Juan XXIII, impulsado por las diversas iniciativas particulares y los dos pedidos en las revistas: Rogate Ergo y Ecclesia, instituye para Italia el “Día nacional para las vocaciones eclesiásticas”.

Así, el 23 de enero de 1964, el Papa Pablo VI instituye oficialmente la JMOV.

 

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