Reliquia de San José Sánchez del Río animan la fe en los Estados Unidos

Pastoral para la Comunicación. – Con información de Gaudium Press, los fieles de la Arquidiócesis de San Antonio, Texas, Estados Unidos, han recibido con alegría y devoción la reliquia de San José Sánchez del Río “Joselito”. El relicario, con un fragmento óseo del mártir, llegó a la jurisdicción eclesial estadounidense el pasado sábado 14 de septiembre, cuando la Iglesia católica celebró la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Junto a la reliquia también llegó una escultura del santo mexicano, que ha sido emplazada en un colegio que lleva el título del niño cristero.

“Estamos muy contentos, alegres y celebramos una bella Misa esta tarde, recordando su testimonio, de la fe hasta el final”, dijo Mons. Gustavo García Siller, Arzobispo de San Antonio, en una entrevista audiovisual difundida por Today’s Catholic Newspaper, una vez recibió la reliquia en su ciudad.

Procedente de México, la reliquia junto con la escultura, llegó a la diócesis estadounidense el sábado 14 de septiembre, cuando tuvo un gran recibimiento por parte de la ciudad. El domingo 15 el relicario fue expuesto para la veneración de los fieles en la Catedral de San Fernando, donde tuvo lugar una solemne Eucaristía presidida por el Arzobispo, quien, al término de la Misa, en la entrevista, se refirió al testimonio de santidad del joven mártir:

“Él es mártir porque proclamó a Jesucristo como su Rey (…) Él es un ejemplo que nos lleva a practicar nuestra fe, a defender nuestra fe, y a proclamar a Jesucristo como el Señor, nuestro Salvador, nuestro Rey”.

La iniciativa de llevar un reliquia y escultura del niño cristero a la Arquidiócesis de San Antonio, Texas, fue del Proyecto “Camino De La Fidelidad”, iniciativa que busca dar a conocer el testimonio del joven santo, quien fue martirizado por defender la fe católica durante la Guerra Cristera en México.

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José Luis Sánchez del Río nació Sahuayo, Michoacán, el 28 de marzo de 1913. Cuando detonó la Guerra Cristera en México sus hermanos se unieron en defensa de la fe. Queriendo él hacer lo mismo convence a su madre, quien lo deja ir luego de que le expresara: “Nunca ha sido tan fácil ganarse el cielo como ahora”.

El 6 de febrero de 1928, cuando el caballo del general Prudencio Mendoza es impactado por los enemigos, José le cede el suyo quedando prisionero en la sacristía local. Es procesado y cruelmente ejecutado el 10 de febrero de 1928.

Por su testimonio de fe inquebrantable el niño cristero fue canonizado por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016.

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