Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel
San Bartolomé Apóstol
Evangelio: Juan 1,45-51
En aquel tiempo, " Felipe se encontró con Natanael y le dijo: hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en el libro de la Ley, y del que hablaron también los profetas: es Jesús s, el hijo de José, el de Nazaret. Exclamó Natanael: ¿de Nazaret puede salir alga bueno? Felipe le contestó:
-Ven y lo verás. Cuando Jesús vio a Natanael, que venía hacia él, comentó :
-Este es un verdadero israelita, en quien no hay doblez alguna.
Natanael le preguntó: «¿De dónde me conoces?». Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera». Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús continuó: «Porque te dije: “Te vi debajo de la higuera”, crees. Verás cosas más grandes todavía». Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
ORATIO
Señor Jesús, Tú te criaste en Nazaret, un pueblo del que nadie esperaba nada bueno. Enséñame también a mí, como revelaste a tus otros discípulos, el secreto de la espiritualidad de Nazaret, pueblo donde viviste durante treinta años, secreto del que se desprende el mensaje del silencio, del amor, del trabajo.
Señor Jesús, Tú quisiste elegir Jerusalén como ciudad de tu martirio y de tu pascua: dame el valor de subir contigo y detrás de ti hasta la ciudad santa, en donde deben morir los verdaderos profetas, ciudad amada por todos tus discípulos.
Señor Jesús, Tú recorriste los caminos de Palestina, país pequeño e insignificante a los ojos de los grandes, pero elegido, amado y privilegiado por ti. Enséñame a valorar las cosas según tus criterios, según tus proyectos.
Mons. Salvador Cisneros
Parroquia Santa Teresa de Ávila