Solidaridad con nuestros hermanos
En lo que va de este año nuestro querido país ha estado sufriendo distintas emergencias. Los recientes desastres provocados por el huracán Alex en el Noreste y ahora por el huracán Karl en el Golfo de México, han afectado excesivamente a la población y ésta sufre y lucha por salir adelante.La solidaridad primera nace y se hace en la comunidad y así lo están haciendo nuestros pueblos; en las primeras horas y días de la emergencia los propios habitantes de las comunidades afectadas corren a darse la mano y a rescatar a los que se hallan en peligro.En estas condiciones los recursos se vuelven insuficientes. Por ello llamamos a todos los católicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad a no pasar de largo ante esta gravísima necesidad, sino a hacerse prójimo de sus hermanos en desgracia.A quienes residen lejos de las zonas afectadas les llamamos a hacerse presente de manera solidaria, enviando recursos que permitan hacer frente a las necesidades reales que hagan posible la subsistencia y la reactivación de la economía local.Muchas poblaciones están ubicadas en zonas de alto riesgo y requieren una organización de ayuda bien estructurada.Nuestro llamado es urgente y continuo. Hemos de estar conscientes de que aún no termina la temporada de huracanes y que la situación de emergencia y de riesgo todavía continúa. Por ello, nuestra actitud ha de ser previsora y nuestra solidaridad no puede darse tregua.Estamos llamados a crecer en la conciencia de ser una Iglesia que encarne en lo más profundo de su corazón las necesidades de nuestras hermanas y hermanos en desgracia.La ayuda económica destinada a las Diócesis afectadas puede depositarse en: Cáritas Mexicana I.A.P. Cuenta 100 Banco Banamex Sucursal 746.Muchas gracias.
Mons. Salvador Cisneros G.
Parroquia Santa Teresa de Ávila