Testimonio y migración: El “sueño” también está cuando dejamos la silla y buscamos la superación

“Así como llegan muchos deportados, yo también estuve sentado en la misma silla, ahora puedo mirar atrás y ver que he logrado bastante: me he establecido en Tijuana, quiero recomendar a muchos que sí se puede, que sólo hay que ponerse a trabajar…”

Pastoral para la Comunicación. – La Casa el Migrante en Tijuana a través de sus redes sociales compartió el testimonio de “Armando” uno de los alumnos que se graduó del curso de Instalaciones Eléctricas en Cesfom -Centro Scalabrini-

“Hoy es algo nuevo para mí, se siente bien estar aquí. Yo nunca tuve la oportunidad de estudiar. Llegué aquí, deportado, sin saber nada, qué hacer y gracias a la Casa del Migrante en Tijuana que me abrieron las puertas. El 26 de agosto voy a cumplir un año (en Tijuana), hoy puedo mirar atrás y ver lo que he logrado, no ha sido fácil, ha sido un gran esfuerzo, me han abierto las puertas aquí y me siento contento”.

Compartió que “…gracias a Padre Pat Murphy, a la Casa del Migrante, a todas las licenciadas de aquí, que un poco han visto mi desesperación y pues ahora gracias por graduarme del curso de electricidad. Gracias porque aprendí mucho del ingeniero, sé que el curso me va a ayudar mucho en mi vida, quiero agradecer a todos los integrantes de la Casa del Migrante por todo lo que hacen…”

Finalmente, en la nota compartida por Casa del Migrante el testimonio de “Armando” subraya que ha recibido mucho apoyo, “te dan una familia porque es exactamente eso lo que perdemos cuando llegamos deportados aquí. A los compañeros que también vienen deportados, que vienen del sur, de donde vengan quiero decirles que aquí en Tijuana hay muchas oportunidades, simplemente hay que buscarlas y no rendirse de lo que quieres buscar en la vida, no hay que quedarse estancado”.

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