El Bautismo de Jesús
La liturgia de este domingo celebra el bautismo de Jesucristo. En la epifanía del Jordán, Cristo aparece como el profeta que pone su vida al servicio del designio de Dios.Cristo salvador de todos los pueblos y de todos los hombres es el tema de la liturgia de hoy. El profeta Isaías vuelve a decirnos que Dios ha destinado a su Mesías para "ser alianza de un pueblo y luz de las naciones".En los Hechos de los Apóstoles, Pedro comenta que "Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea"; y remacha esta misma idea al afirmar que "envió su palabra a los israelitas anunciando la paz que traería Jesucristo, Señor de todos".En la figura del "siervo de Yahvé", el profeta describe la personalidad de Cristo. El será "el elegido" en quien Dios tiene todas sus complacencias. Su elección mira al cumplimiento de la misión que se le confía, y la complacencia de Dios surge hacia su Hijo que pone todo su ser al servicio de la misión salvadora que le define.El profeta dice también que el siervo "traerá el derecho a las naciones", que "implantará la justicia en la tierra", que "abrirá los ojos a los ciegos", "sacará a los cautivos de la prisión" y "de la mazmorra a los que habitan en tinieblas".Pedro resumirá toda la historia de Jesús afirmando que "después del bautismo predicado por Juan. Dios ungió con el Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo". Resucitado por Dios, Cristo queda constituido "juez de vivos y muertos", y cuantos crean en él alcanzarán el perdón de los pecados.La unción del Espíritu confirió a Jesús de Nazaret el nombre de Cristo. De ella deriva también el nombre de "cristiano" que quiere decir: "partícipe de la unción de Cristo".
Mons. Salvador Cisneros G.
Parroquia Santa Teresa de Ávila