En el Día Mundial para la Superación de la Pobreza: “hoy en día hay alimentos para todos y no todos tienen acceso a ellos”
Pastoral para la Comunicación. – El 17 de octubre se conmemora el del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza proclamado por la ONU en 1992. El día tiene como propósito de “promover ‘mayor conciencia sobre las necesidades’ para erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países”.
En octubre del 2017 el Papa Francisco recordaba a todos que “la miseria no es una fatalidad: tiene causas que deben ser reconocidas y eliminadas, para honrar la dignidad de muchos hermanos y hermanas, tras el ejemplo de los santos”. Así mismo, en el twitter de hoy nos anima a pedir “la gracia de la compasión, la capacidad de hacernos cargo de la pobreza de nuestros hermanos y hermanas.”
El Obispo de Roma también ha denunciado en una carta dirigida a Qu Dongyu, Director General de la FAO en ocasión del Día Mundial de la Alimentación, lo “cruel, injusto y paradójico” que es el saber que hoy en día hay alimentos para todos y, sin embargo, “no todos tienen acceso a ellos”. En el mismo marco, Andrea Ferrante declaró que el 30% de toda la producción alimenticia en el mundo se desperdicia, “un problema muy grave”.
*Según datos de la ONU, “las tasas de pobreza en el mundo se han reducido en más de la mitad desde el año 2000, sin embargo, una de cada diez personas en las regiones en desarrollo sigue subsistiendo con menos de 1,90 dólares al día, y millones de otras viven con un poco más de esta cantidad diaria. Se han logrado avances significativos en muchos países de Asia oriental y sudoriental, pero casi el 42 por ciento de la población del África Subsahariana continúa viviendo por debajo del umbral de la pobreza.” En base a los indicadores de pobreza creciente en el mundo, las Naciones Unidas elaboró en el 2015 el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible de su Agenda 2030: “Fin de la pobreza”. Allí se sostiene que, para lograr el objetivo de acabar con la pobreza, “el crecimiento económico debe ser inclusivo, con el fin de crear empleos sostenibles y de promover la igualdad”. Una de las metas más concretas y ambiciosas de esta Agenda es reducir a la mitad la cantidad de pobres en el mundo hacia 2030.