Un repaso por los puntos abordados en el documento conclusivo del Sínodo para la Amazonia
Pastoral para la Comunicación. -El Papa Francisco agradeció ante todo a los participantes en el Sínodo, que “han dado testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda” en un espíritu sinodal que aún se está aprendiendo, dijo, a “fijar”.
“El Sínodo para la Amazonía podemos decir que tiene cuatro dimensiones: la dimensión pastoral, la dimensión cultural, la dimensión social y la dimensión ecológica” había dicho el Obispo de Roma dando inicio a los trabajos en el Aula del Sínodo el pasado 7 de octubre. Hoy, en la conclusión, sobre las mismas cuatro dimensiones posó su reflexión sobre el documento sinodal, presentado y votado en Aula.
Es urgente que sea anunciado y asimilado el anuncio del Evangelio, exhortó el Papa Bergoglio, subrayando sin embargo que el mismo debe ser “asimilado y comprendido por esas culturas”. De ahí la necesidad de “fortalecer” el trabajo que realizan los laicos, sacerdotes y diáconos permanentes, religiosos y religiosas. “Se habló de nuevos ministerios, inspirados en la Ministeria quaedam de Pablo VI, de creatividad en esto” expresó el Papa pidiendo “creatividad en los nuevos ministerios”, y ver “hasta dónde se puede llegar”. Como “la valentía del cardenal O’Malley” al hablar de los seminarios indígenas: “Es una verdadera injusticia social, que no se le permite de hecho a los aborígenes el camino seminarístico y el camino del sacerdocio”.
Respecto a la Doctrina de la fe, se ha dicho en el Sínodo que “la Iglesia siempre debe ir reformándose, porque “la tradición es la salvaguarda del futuro y no la custodia de las cenizas” el Pontífice aseguró que la Iglesia “siempre tiene que ir reformándose”, y abordó algunas cuestiones al respecto, como el tema de la formación sacerdotal, sobre el cual recordó haber oído que se nota en algunos países “cierta falta de celo apostólico en el clero de la zona no amazónica respecto a la zona amazónica”. “Los jóvenes religiosos tienen una vocación muy grande – corroboró – y hay que formarlos en el celo apostólico para ir a las fronteras”.
Respecto al papel de la mujer en la Iglesia “va mucho más allá” para el Papa Francisco lo que se dice en el documento sobre la pastoral de la mujer “queda corto”, pues, “todavía” no se ha “caído en la cuenta” de lo que significa la mujer en la Iglesia: “nos quedamos solamente en la parte funcional”, observó, “pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de la funcionalidad. Y eso es lo que hay que seguir trabajando. Mucho más allá”.
En la dimensión cultural, se habló de la inculturación “de valoración de la cultura”, así como en la conciencia de la dimensión ecológica donde nos jugamos el futuro, advirtió Francisco. La dimensión social, “que ya no es sólo lo que se explota salvajemente, lo creado, la creación”, sino “las personas”: “En Amazonia aparece todo tipo de injusticias, destrucciones de personas, explotación de personas a todo nivel, y destrucción de la identidad cultural”, constató, y recordó un cartel visto durante su visita a Puerto Maldonado, que advertía sobre la trata de personas: “La trata escucha, ¿no? La trata al más alto nivel de corrupción, pero de personas a todo nivel”.
Finalmente, el Pontífice manifestando su gratitud a todos los que trabajaron fuera del sínodo, se dirigió en particular a los medios de comunicación, a quienes les pidió el favor de que, en la difusión del documento final, se detengan en “los diagnósticos”: Diagnóstico cultural, diagnóstico social, el diagnóstico pastoral y el diagnóstico ecológico. No se encierren en cuestiones intraeclesiásticas: difundan los diagnósticos. Esto porque, dijo el Papa “la sociedad tiene que hacerse cargo de esto”. No quedarse en las pequeñas “cuestiones disciplinares”, pidió, sino transmitir el documento de modo que “la sociedad se haga cargo del diagnóstico que nosotros hemos realizado”. “No se encierren”, insistió, “a la cosita” y olvidándose de la “cosa”.
A propósito de esto, el Romano Pontífice tradujo para los presentes una frase del filósofo Charles Péguy: “Porque no tienen el coraje de estar con el mundo, ellos se creen de estar con Dios. Porque no tienen el coraje de comprometerse en las opciones de vida del hombre, se creen de luchar por Dios. Porque no aman a ninguno, se creen de amar a Dios”. “A mí me iluminó mucho, no caer prisioneros de estos grupos selectivos que del sínodo van a querer ver qué se decidió sobre este punto intraeclesiástico o sobre este otro, y van a negar el cuerpo del sínodo que son los diagnósticos que hemos hecho en las cuatro dimensiones”.