El Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena Nueva
Hoy comenzamos el tiempo ordinario de la liturgia católica que inicia con la lectura del Evangelio de San Marcos, el màs antiguo de los cuatro. Este evangelio fue escrito alrededor del año 68 dC, a la muerte de los apòstoles Pedro y Pablo. Marcos fue discípulo de ambos y puso por escrito la “Buena Nueva de Jesus, Cristo, Hijo de Dios”.
Del santo Evangelio según Marcos 1, 14-20
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena Nueva.» Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando las redes. Jesús les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres". Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre en la barca con los jornaleros, se fueron tras él.
Reflexión
La prisión del Bautista no ha asustado a Jesús. En ella ha visto una señal de la llegada del Reino de Dios. Pero nosotros hoy, ¿sabemos leer los hechos de nuestra sociedad y de la violencia urbana como signos para anunciar la Buena Nueva? Dios mismo es la mayor Buena Noticia para la vida humana. Porque responde a las aspiraciones más profundas de nuestro corazón. Y en Jesús se nos manifesta lo que sucede cuando un ser humano deja que Dios se acerque y reine.
“El plazo se ha cumplido y el Reino de Dios se ha acercado”. Aquello que todos esperaban, Jesús lo ha percibido, pues él leía la realidad con una mirada distinta. “¡Conviértanse!” Esto implica cambiar la forma de pensar y de vivir para percibir la presencia del Reino. Se trata de encontrar una nueva forma de convivencia. Y permitir que la experiencia de Dios invada nuestras vidas y nos dé ojos nuevos para leer y entender los acontecimientos. “¡Y crean en la Buena Nueva!” No es fácil aceptar este mensaje. No es fácil pensar de forma distinta. Esto sólo es posible mediante un acto de fe. Pero Jesús es digno de confianza.
El primer objetivo del anuncio de la Buena Nueva es formar comunidad. Jesús pasa, mira y llama. Los cuatro primeros llamados: Simón, Andrés, Juan y Santiago, escuchan, lo dejan todo y siguen a Jesús para formar comunidad con él. ¡Parece un amor a primera vista! Marcos plantea un ideal: el encuentro con Jesús tiene que producir un cambio radical en nuestra vida.
Oración
Porque tú eres Señor, Altísimo sobre toda la tierra, por encima de todos los dioses. (Sal 97,9)
Mons. Salvador Cisneros
Parroquia Santa Teresa de Ávila