Color, fe y tradición de Comunidad de Puebla, animan la piedad popular en la Parroquia del Divino Rostro de Jesús

Pastoral para la Comunicación.- La Fiesta Titular del Divino Rostro de Jesús es una advocación cristológica que se venera desde el día de su crucifixión y continúa a través de los siglos. Los Santos Padres se han referido al rostro de Jesús en repetidas ocasiones. San Juan Pablo II desarrolló el tema del rostro eucarístico de Jesús, Benedicto XVI reflexionó sobre la contemplación de la Virgen María en el rostro humano de Jesús y el Papa Francisco ha dicho que Jesús es el rostro de la Misericordia del Padre.

La Fiesta del Divino Rostro encuentra su sentido en la piedad popular, el Obispo de Roma enseña que fue Pablo VI en su Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi quien explicó que la piedad popular “refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer” y que “hace capaz de generosidad y sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe”. Más cerca de nuestros días, Benedicto XVI, en América Latina, señaló que se trata de un “precioso tesoro de la Iglesia católica» y que en ella «aparece el alma de los pueblos latinoamericanos”. En el Documento de Aparecida se describen las riquezas que el Espíritu Santo despliega en la piedad popular con su iniciativa gratuita. Se trata de una verdadera “espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos”. No está vacía de contenidos, sino que los descubre y expresa más por la vía simbólica que por el uso de la razón instrumental. Es “una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia, y una forma de ser misioneros”.

Es en este contexto que se desarrolla en el año de 1987, en la Ciudad de Tijuana B. C. la “Cofradía del Divino Rostro de Jesús”, siendo primera mayordoma la Sra. Isabel Vázquez G. y junto con ella un grupo de paisanos de Coatzingo Puebla, quienes se dieron la tarea de construir una Capilla en honor a su Santo Patrono, el Divino Rostro de Jesús. Para 1989 el entonces Sr. Obispo Dn. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, presidió la Eucaristía juntamente con varios Sacerdotes donde bendijo el terreno y colocó la primera piedra. En 1990 ya se encontraba terminada y se celebraron por vez primera en la Arquidiócesis de Tijuana las fiestas titulares dedicadas al Divino Rostro de Jesús.

Actualmente, después de 32 años la Parroquia del Divino Rostro de Jesús con su Párroco P. Gabriel Pedroza Vizcarra, Comunidad Parroquial y mayordomos continúan la tradición que la comunidad de Puebla radicada en esta frontera comenzó como signo de agradecimiento por los bienes recibidos a la faz de Jesús. Dicha celebración se distingue por su piedad de fe, así como la armonía con los signos que enmarcan esta fiesta; flores, música de viento, cera, color, gastronomía típica de Puebla y el arraigo familiar de generación en generación que siguen contemplando y transmitiendo la riqueza de sus valores espirituales y comunitarios en medio de esta Iglesia y sociedad de frontera.

 

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