Nuestro Arzobispo Francisco en su XVII Aniversario Episcopal: ”El Ministerio del Obispo es una gracia, un regalo al que respondo con alegría”
La Arquidiócesis de Tijuana celebró la Acción de Gracias el pasado miércoles 20 de marzo por el XVII Aniversario en el Orden Episcopal del Señor Arzobispo Metropolitano Don Francisco Moreno Barrón en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, Zona Río. En compañía de sacerdotes, religiosos, seminaristas y fieles laicos Don Francisco Moreno Barrón agradeció su vocación y ministerio Episcopal que ha sido una gracia, un regalo al que quiere responder con alegría, con fidelidad desde su pobreza y pequeñez.
Hace diecisiete años el Papa San Juan Pablo II me llamó a servir a la Iglesia como obispo auxiliar en Morelia donde estuve seis años y medio, después el Papa Benedicto XVI me envió como obispo titular a Tlaxcala donde estuve ocho años y dos meses y hace más de dos años que el Papa Francisco me nombró Arzobispo de esta Iglesia particular de Tijuana, dijo el Arzobispo al iniciar su homilía en este día tan especial.
‘’En estos dos años y medio de estar con ustedes realmente he recibido muchas atenciones, mucho apoyo, expresiones solidarias y sobre todo innumerable apoyo en la oración de este querido pueblo, pero soy consciente de que el Ministerio del Obispo es un Ministerio no solo muy delicado sino muy difícil y que no es posible llevarlo con las propias fuerzas sino que es necesario como el profeta Jeremías acudir constantemente al Señor y decirle ‘’Señor atiéndeme, Señor cuídame, Señor respóndeme’’. Sin duda alguna en mi ministerio yo puedo ver reflejada la obra del Señor y de Su Espíritu Santo que me conduce’’.
El Arzobispo invitó al pueblo de Dios reunido a unirse a su plegaría, que en resumen tomó del Salmo 30 proclamado en la Liturgia ‘’Sálvame Señor por tu Misericordia’’.
‘Sigamos caminando al ritmo de Iglesia, que amen cada día más a la Iglesia encarnada en esa frontera norte de nuestro país, los invito a que cada uno desde su trinchera colabore para edificar una Iglesia más hermosa, de rostro alegre y que influya en la transformación de una mejor sociedad. Finalmente hago resonar esa expresión que he repetido varias veces ‘’la renovación profunda de la Iglesia comienza en el corazón de sus sacerdotes’’. Que Dios nos conceda este día aquello que necesitamos como Diócesis y que guiados por el Espíritu Santo demos los frutos que el Señor espera de nosotros’. Con estas palabras concluyó el Arzobispo su homilía por el XVII Aniversario de su Ordenación Episcopal.