El Presbiterio “no es un sindicato” sino una familia que se construye en la obra de Cristo, maestro, sacerdote y pastor
Pastoral para la Comunicación.- En el contexto de las ordenaciones sacerdotales que el Papa Francisco el IV Domingo de Pascua, en la celebración del Jesús Buen Pastor subrayando que “nuestro gran Sacerdote, Jesucristo, eligió a algunos discípulos para que en la Iglesia desempeñasen, en nombre suyo, el oficio sacerdotal para bien de los hombres” y Él mismo, enviado por el Padre, envió, a su vez, a los Apóstoles por el mundo, para continuar sin interrupción su obra de Maestro, Sacerdote y Pastor por medio de ellos y de los Obispos, sus sucesores.
En consecuencia, explico que “los presbíteros son colaboradores de los Obispos, con quienes en unidad de sacerdocio están llamados al servicio del pueblo de Dios”. En efecto, señaló que los sacerdotes no son “una asociación cultural” o “un sindicato”. Por ello, el presbítero deberá estar a la celebración de la Eucaristía ya que es “lo máximo de la gratuidad del Señor” pidiendo que por favor “no la ensucien con interés mezquinos”. Ya que la alegría sacerdotal se encuentra solo agradando a Dios ejerciendo la obra sacerdotal de Cristo “con sinceridad” para agradar a Dios y no a ellos mismos.
Finalmente, ha pedido que se comprometan en “unir a los fieles en una sola familia” porque es aquí donde está la cercanía del sacerdote: “cerca de Dios en oración, cerca del Obispo que es su padre, cerca del presbiterio, de otros sacerdotes, como hermanos, sin “pelarse” el uno al otro -hablar mal el uno del otro-, y cerca del Pueblo de Dios”.