En comunión y oración por el VI Aniversario de Pontificado del Papa Francisco
Pastoral de la Comunicación.-El 13 de marzo de 2013 fue elegido el primer Papa del continente americano, el primer jesuita, bajo el nombre de Papa Francisco.
Para los especialistas en diversos ámbitos el centro del magisterio del Papa Francisco está en el misterio del encuentro con el Señor, verdadero Dios y verdadero hombre, del que brota el primer anuncio, el “kerygma”. “Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo, a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte” (Evangelii gaudium, 164).
Un aspecto fuerte de este pontificado es la constante invitación a dejarse cambiar por el Espíritu Santo. La vida del cristiano -repite a menudo el Papa- es una conversión continua, un éxodo diario del yo hacia ti, del cierre a la salida, de la defensa a la recepción: es una necesidad de profunda renovación espiritual que choca con nuestra resistencia a no dejarnos transformar por la caridad, tal vez en nombre de una verdad que queremos poseer como un paquete de doctrinas que no dejan lugar a dudas.
Ha insistido con audacia en una Iglesia que es un sacramento de salvación y por eso -afirma el Papa- “está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre”. Aunque puede suceder que “actuemos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana, es la casa del padre donde hay lugar para cada uno con su vida cansada”. La comunidad cristiana está llamada a convertirse en un buen samaritano para inclinarse sobre los hermanos y hermanas heridos que quedan a un lado del camino. Pero es necesario no encerrar a Jesús en los templos: está llamando a la puerta para salir y dar vida. Por ello, la Iglesia, pueblo de Dios -dice el Papa-, está llamada a renovarse constantemente para ser cada vez más fiel a Cristo. Es un dinamismo interior movido por el Espíritu.
En consecuencia, estos seis años de camino ha manifestado que la esencia del cristianismo es la caridad. Podemos anunciar al mundo las verdades más grandes de la fe dando incluso vida, haciendo maravillas y cazando demonios, pero sin amor no somos nada. La caridad no es una abstracción. El Papa Francisco no se cansa de recordar que al final de nuestras vidas seremos juzgados por algo muy concreto que es la caridad. También, considerado como el Papa de la Misericordia, repite constantemente que la misericordia de Dios es infinita, pero si no la aceptamos tomamos la llamada ira de Dios. Es el infierno, el rechazo del amor de Dios.
Según los datos ofrecidos por los medios vaticanos a los seis años de su pontificado, el Papa Francisco ha pronunciado más de 1000 homilías, 264 catequesis en la audiencia general el miércoles (sobre los siguientes temas: Año de la fe, en particular el Credo, los Sacramentos, los dones del Espíritu Santo, la Iglesia, la familia, la misericordia, la esperanza cristiana, la Santa Misa, el Bautismo, la Confirmación, los Mandamientos, la oración del Padre Nuestro). Y también: 342 pequeñas catequesis sobre el Evangelio del domingo y los días festivos con ocasión del Ángelus y Regina Caeli; dos Encíclicas (Lumen fidei, completando lo que comenzó Benedicto XVI, y Laudato si’); tres Exhortaciones apostólicas (Evangelii gaudium, texto programático del pontificado y fundamental para comprenderlo en su amplitud, y luego Amoris laetitia y Gaudete et exsultate); 36 Constituciones apostólicas (Episcopalis communio, Veritatis gaudium y Vultum Dei quaerere); 27 Motu proprio; una Bula para la proclamación del Jubileo de la Misericordia (Misericordiae Vultus). El Papa presidió tres Sínodos, dos sobre la familia y uno sobre los jóvenes, realizó 27 viajes internacionales con 41 países visitados (de todos los continentes excepto Oceanía) y 24 viajes a Italia. Entre las numerosas canonizaciones recordamos a los tres Papas, Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, y luego a la Madre Teresa de Calcuta, Monseñor Romero, a los dos hijos pastores de Fátima Jacinta y Francisco Marto, a los padres de Santa Teresa del Niño Jesús, a las dos místicas Ángela da Foligno e Isabel de la Trinidad. Finalmente, tiene una cuenta en Twitter en 9 idiomas (@pontifex), con 48 millones de seguidores, y en Instagram (Franciscus) tiene casi 6 millones de seguidores.