En el Día Mundial de la Salud Mental 2019: la cultura de la prevención del suicidio es corresponsabilidad de todos
Pastoral para la Comunicación. -El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, es una oportunidad para concienciar y movilizar a la población acerca de cuestiones relativas a la salud mental. En esta ocasión, la jornada se centrará en la prevención del suicidio.
Este día surge con el objetivo de concientizar a la población acerca de los problemas de salud mental que aquejan a gran cantidad de personas en el mundo, es preocupante que, por falta de ingresos, desconocimiento y sobre todo por subestimar su padecimiento no reciben los servicios de asistencia especializada que requieren, lo cual lentamente va perjudicando las diferentes esferas de su vida hasta llegar a un punto de inhabilitarle. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el 14% de todas las muertes en el mundo son atribuibles a los trastornos mentales, neurológicos y por abuso de sustancias.
Los expertos nos indican que, para hacer conciencia, es necesario deshacerse de los mitos o creencias falsas acerca de recibir atención psicológica o psiquiátrica, por ejemplo:
“Sólo los locos van con el psicólogo”
“Me va a hacer muchas preguntas y no sabré qué responder”
“Es un lujo que no puedo pagar”
“Un consejo lo da cualquiera, no necesitas ir con un psicólogo”
“Expresar los sentimientos y llorar es muestra de debilidad”
Específicamente en la familia ante un caso de depresión en la familia, lo conveniente es también pedir asesoría y acompañamiento de un especialista que atienda a todos los integrantes, para aprender a superar juntos el padecimiento.
En este rubro la Iglesia Católica en sus diversos ámbitos con la corresponsabilidad de todos reafirma la necesidad de fortalecer desde diversas áreas la cultura de la corresponsabilidad de todos en la prevención del suicidio.
Michelle Snyder es el actual director de Soul Shop, una organización que capacita a clérigos y congregaciones sobre cómo hablar sobre el suicidio, cómo prevenirlo y cuáles son las señales de advertencia. Parte de la capacitación consiste en crear conciencia entre el clero y los líderes de la iglesia de que hay personas desesperadas dentro de sus propias congregaciones que corren el riesgo de suicidarse y necesitan ayuda. También capacitan a los líderes de la iglesia para detectar algunas de las señales de advertencia de una persona que está en riesgo de suicidio.
Una de las herramientas de prevención de suicidios más grandes que las comunidades de fe pueden proporcionar, explicó Snyder, es “ser comunidades de fe plenas, donde las personas se sientan conectadas y valoradas como personas enteras, y no solo por un aspecto de su identidad”.