En el Río Grande: Una crisis con rostros, historias, nombres y familias
Pastoral para la Comunicación.- Gran dolor del Papa por el papá y la niña fallecidos en el Río Grande. En la información vertida por Vatican News se enuncia la “Inmensa tristeza” es lo que sintió el Papa al ver “la imagen del papá y de su hijita ahogados en el Río Grande mientras intentaban cruzar la frontera entre México y Estados Unidos”: así lo informa el Director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti. El Papa – agregó Gisotti – está profundamente entristecido por su muerte, reza por ellos y por todos los migrantes que perdieron la vida tratando de escapar de la guerra y la miseria”.
“Oscar Alberto Martínez, según la reconstrucción de la periodista Julia Le Duc, que tomó la foto publicada después en el periódico mexicano La Jornada, había estado esperando asilo durante dos años, lo había pedido a las autoridades estadounidenses. El domingo, junto con la niña y su esposa Tania Vanessa Ávalos, emprende el viaje. Quiere cruzar el río y entrar en Brownsville, Texas. Oscar y Angie Valeria logran llegar a la orilla pero Vanessa se queda atrás, entonces él trata de volver a buscarla, después de dejar a la niña en la orilla pero la pequeña se lanza al agua para seguir a su padre. La corriente los arrastra y arrebata sus sueños, esperanzas y planes de futuro ante los ojos de una madre que, desde la otra orilla, observa inerme y se queda con el corazón roto”.
Los Obispos mexicanos en variadas ocasiones han insistido en que no solo es cuestión de migrantes sino se trata de nuestra humanidad. El mismo Papa Francisco en el 2016 refirió en Cd. Juárez: “negar la crisis humanitaria que en los últimos años ha significado la migración de miles de personas, ya sea por tren, por carretera e incluso a pie, atravesando cientos de kilómetros por montañas, desiertos, caminos inhóspitos. Esta tragedia humana que representa la migración forzada hoy en día es un fenómeno global. Esta crisis, que se puede medir en cifras, nosotros queremos medirla por nombres, por historias, por familias. Son hermanos y hermanas que salen expulsados por la pobreza y la violencia, por el narcotráfico y el crimen organizado”.