El evangelio de la familia
En el proceso que ha iniciado el Papa Francisco de profundización en la teología de la familia y en la pastoral "que debemos emprender en las condiciones actuales", las palabras del cardenal alemán Walter Kasper para la inauguración del consistorio extraordinario del pasado mes de febrero forman parte de la base de este intenso debate.
La editorial Sal Terrae acaba de editar íntegramente su intervención bajo el título El evangelio de la familia. En este documento, de poco más de 100 páginas, el cardenal reflexiona sobre los grandes problemas de los matrimonios y de las familias de hoy. Ante 150 obispos del mundo no rehusó abordar estas dificultades a la luz del evangelio: "Cuando hablamos de la familia y de su belleza, no podemos partir de una imagen romántica irreal. Tenemos que ver también las duras realidades y participar en la tristeza, en las preocupaciones y en las lágrimas de muchas familias".
Migración, alejamientos y huidas que hacen imposible una vida familiar; situaciones de miseria, condiciones económicas y laborales que hacen difícil la cohesión; la crisis antropológica derivada del individualismo y del consumismo que ponen en entredicho la cultura familiar.
En definitiva, se adentró en ese "abismo" abierto entre la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia y las convicciones vividas por muchos cristianos, "a muchos de los cuales la doctrina de la Iglesia les resulta muy alejada de la realidad y de la vida".
Sus aportaciones formaron parte de la base teológica del debate posterior entre cardenales y propiciarán el diálogo en el próximo Sínodo extraordinario de la Familia -del 5 al 19 de octubre- y el Sínodo ordinario de 2015. "No se trata ahora de reafirmar la doctrina de la Iglesia sobre la familia.
Nos preguntamos por el evangelio de la familia, y de este modo retornamos a la fuente de la que brotó dicha doctrina. Esto significa que la doctrina de la Iglesia no es una laguna estancada…. Es una tradición viva que hoy, como muchas otras veces a lo largo de la historia, ha llegado a un punto crítico y que, teniendo a la vista los «signos de los tiempos», exige ser continuada y profundizada".
Mons. Salvador Cisneros
Parroquia Santa Teresa de Ávila