Solidaricemos con nuestros hermanos de B.C.S.
Amigos: que me permitan hacerles llegar un atento saludo. No me atrevo a decir “caluroso” porque para calores ya estamos hasta la coronilla. Pedimos esquina. Todo indica que Dios ya escuchó nuestras súplicas y el verano se empieza lentamente a retirarse. Y es que…..dicen los expertos, estamos asistiendo al cambio climático. Y esto debido a la cantidad de contaminantes que se arrojan al espacio: las fábricas, los millones de automóviles que producen humos contaminantes. De tal manera que la llamada “capa de ozono” que en cierto modo nos protege de los rayos del sol, se está reduciendo. Es grave la deforestación de los bosques. Y alarmante la descongelación de los glaciares. Como lo es la contaminación ambiental. Hemos de apostar por una cultura de la ecología, de la preservación del medio ambiente. Guardémonos de no contaminar. Les deseo que el Señor, que es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar, se digne bendecir sus hogares y sus pertenencias que con tanto esfuerzo han ido adquiriendo. Que les conceda salud, bienestar, trabajo, alegría y amor. A continuación la sección de dichos o refranes, extractos de sabiduría popular acumulada con el tiempo. “Barco parado no gana flete”. “El que siembra en tierra ajena hasta la semilla pierde”. “El sabio no dice todo lo que sabe y el necio no sabe todo lo que dice”(chino). “El poder atonta a los sabios y ensoberbece a los tontos”. “La gente se arregla todos los días el cabello. Porqué no se arregla el corazón?” (chino). ”Yo me quejaba de que no tenía zapatos….. hasta que conocí a un hombre que no tenía pies”(árabe). “Bebe y come con tu amigo. Pero no trates con él de negocios” (árabe) Bueno…. hermanos: vamos solidarizándonos con los hermanos que sufrieron el embate del huracán “Odile”. Sucede que antiguamente a los huracanes los bautizaban con nombre de mujer. Hasta que las damas protestaron y desde hace un tiempo se alternan. Pues bien….Odile azotó la península de norte a sur. Muy afectados resultaron los Cabos, ese destino turístico tan bello, sobre todo por sus playas. Vimos en las redes al mar azotando con toda su fuerza las rocas de “finis terrae”. Afectados resultaron: Cabo san Lucas, san José del Cabo, la Paz, Loreto, Mulegé, Bahía de los Ángeles, Bahía de la Concepción. Derribó techos, postes, árboles, espectaculares; inundó hoteles, dañó aeropuertos, rompió carreteras. Los gobiernos inmediatamente se aplicaron a auxiliar a la población. El ejército sobre todo juega un papel protagónico en estas contingencias. Lo más importante: restablecer los servicios de agua (la potable porque la otra sobra), de corriente eléctrica, de telefonía, de red. Cuántas pérdidas. Y llueve sobre mojado porque ahora les está llegando por allá Polo. Los turistas tuvieron que ser evacuados por la fuerza aérea. Innumerables daños. Y añádale saqueos de comercios. Los mexicanos sabemos ser sumamente solidarios. Ayudamos a los hermanos en desgracia. Pero como Dios saca de los males bienes, pues los mantos acuíferos se recuperarán en este territorio árido de por sí. Tengo aquí sobre mi mesa el libro de Fernando Jordán al que tituló: “El otro México. Biografía de Baja California”. Viene ahí también el poema “Calafia” que dedicó a la península. Hermanos: no olviden que los sábados de septiembre estamos inscribiendo niños para el Curso de Catecismo que iniciaremos el primer sábado de octubre. Quiera Dios enviarnos muchos niños para prepararlos a sus sacramentos. Que el Señor se digne bendecirlos.
Mons. Eduardo Ackerman.
Parroquia Santa María Reina de la Paz
Director del Semanario Presencia