Mensaje de Cuaresma de nuestro Arzobispo Francisco para la Arquidiócesis de Tijuana
Queridos hermanos y hermanas:
En el espíritu del año litúrgico, iniciamos este miércoles de ceniza el tiempo fuerte que es la Cuaresma. Cuarenta días para volver el corazón a Dios y a los hermanos. Tiempo de conversión.
Por ello, les invito a vivir intensamente este tiempo de gracia, intensificando nuestra vida de oración con Dios, quien sabemos que nos ama, que escucha nuestra oración y responde a ella. Este itinerario, también es propicio para sacrificar los sentidos corporales, no para que Dios y los demás consideren que somos buenos, sino para disponernos a recibir las gracias que Dios nos tiene preparadas en esta cuaresma.
Que este camino cuaresmal, sea la oportunidad de una conversión profunda de nuestra vida, disfrutando de la relación con Dios, de la relación con Cristo Jesús como Señor y Salvador descubriendo su rostro en todas las personas que nos rodean y dándoles una respuesta de amor efectiva.
Compartiendo especialmente de manera solidaria lo que somos y tenemos, con los más necesitados, los pobres, enfermos, tristes, personas abandonadas, migrantes y los que parecen menos útiles a los ojos del mundo.
Purificados y renovados vivamos esta experiencia del Cristo que sufre, muere y resucita por nosotros, como anticipo de lo que nosotros también vivimos, una vida donde no le rehuimos al sufrimiento, sino que lo enfrentemos y lo experimentamos unidos a Cristo sufriente, una vida en la que aprendemos a renunciar al mal, al egoísmo y a morir a nosotros mismos, una vida en la que ya esperamos después del breve paso de la muerte el gozo definitivo de la resurrección en la vida eterna.
Que pasada la cuaresma podamos vivir con gozo la experiencia de Cristo que muere y resucita por nuestra salvación.
Dios les bendiga y les ofrezco mi cariño y mi oración constante.
Con mi bendición de Padre y Pastor.
+S.E. Francisco Moreno Barrón
Arzobispo de Tijuana