Migrar no es un crimen
Pastoral de la Comunicación.- A partir del artículo publicado por vatican news a propósito del fenómeno de la caravana migrante que continúan desplazándose desde Centroamérica hasta los Estados Unidos, se refiere que entre las miles de personas, se encuentran más de 3.000 niños, que han llegado a México provenientes de Guatemala desde principio de año, tal como informa la Directora de comunicación de UNICEF, Paloma Escudero, tras visitar las instalaciones donde son recibidos los menores, en Tapachula recientemente.
La protección de los niños migrantes es fundamental, urgente y necesaria. Constatando que “el gobierno y el pueblo de México se han mostrado acogedores con las familias que están cruzando la frontera. Tanto si se quedan en tierras mexicanas como si prolongan su viaje hacia el norte, es crucial que a estos pequeños no se les lleve a centros de detención y que estén protegidos en todo momento”, como aseguró Escudero.
En efecto, considera que “migrar no es un crimen” ya que “muchos de estos niños han pasado del trauma de sufrir violencia y pobreza en casa, a la incertidumbre que conlleva vivir en constante desplazamiento, los cuales deben ser ayudados, como explica la directora de comunicación. Por ello, en conjunto con diversas organizaciones internacionales se apoyan diversos esfuerzos que contribuyan a desarrollar alternativas concretas a la detención que incluyan visados humanitarios, así como la puesta en marcha de albergues en los que puedan estar seguros y protegidos mientras se procesan sus solicitudes.