¿CÓMO ES QUE VES LA MOTA EN EL OJO DE TU HERMANO Y NO ADVIERTES LA VIGA QUE HAY EN EL TUYO?

Evangelio: Lucas: 6: 39-42. 

 

 

En aquel tiempo, Jesús les puso también esta parábola:

-¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?  El discípulo no es más que su maestro, pero el discípulo bien formado será como su maestro. ¿Cómo es que ves la mota en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que hay en el tuyo? ¿Y cómo puedes decir a tu hermano: «Hermano, deja que te saque la mota que tienes en el ojo», cuando no ves la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces verás bien para sacar la mota del ojo de tu hermano.

 

ORATIO

 

Mira con bondad mi instintiva necesidad de juzgar, de clasificar, de catalogar a las personas. Ten piedad de este ciego que quisiera ser guía de otros ciegos empleando sus criterios personales de evaluación. Haz que me convenza de que no estoy en absoluto entre los mejores porque oigo con frecuencia tu Palabra y porque te rezo más de una vez al día. Infunde en mi corazón la convicción de que todo es gracia, de que todo es fruto de tu misericordia, que por mí solo no puedo concluir nada, de que no puedo vanagloriarme de nada, de que no sé lo que sucede en el corazón del otro.

 

Vence mi ceguera, sacude mi torpor de tranquilo con tu amistad. Quítame todas las ilusiones y haz que me considere puramente fruto de tu gracia, a la que he correspondido de una manera bastante perezosa. Si más tarde ejerzo alguna responsabilidad en la Iglesia, cualquier responsabilidad que me ponga en el candelero, ayúdame a reflexionar sobre el texto que viene después. Con humildad y temblor, para evitar las trampas del enemigo. Sin escandalizarme, sino aprovechando la luz que puede venirme de un Padre de la Iglesia.

 

También te podría gustar...