El Arzobispo invita a los adolescentes y jóvenes a vivir en la vocación a la que Dios los llama

Tijuana, B.C.- La V Jornada Vocacional Arquidiocesana se llevó a cabo el sábado 27 de mayo, donde nuestro Arzobispo, Mons. Francisco Moreno Barrón, confesó a los jóvenes, presidió la Eucaristía y convivió con ellos.

“Este encuentro vocacional acontece en un marco por demás significativo. Estamos culminando hoy el tiempo llamado de la Pascua, en el año litúrgico. Un tiempo de grande alegría, de grande gozo porque Cristo Jesús que murió por nosotros no quedó muerto en la cruz, sino que vive resucitado para siempre”, dijo el Arzobispo en la homilía.

Y agregó: “…Cristo nuestro Jesús es un Dios encarnado, vivo, triunfante, glorioso, resucitado…Y por eso ahora cobra significado todo lo que somos y hacemos: el estudio, el trabajo, aun la enfermedad y la misma muerte. Todo ha sido redimido por Jesús y cobra un nuevo significado. Que podríamos preguntar a alguno de ustedes: ´¿por qué estás tan contento? Porque Cristo vive resucitado en mí, ¿por qué te esmeras tanto en el estudio, si basta que te conformes con una calificación mediana? Porque Cristo es mi dinamismo y me da vida, ¿por qué respetas tanto a tu novia y llevan esa relación diferente a otros novios superficiales? Porque Jesús vive resucitado en medio de nuestra relación, ¿por qué cuando tienes la debilidad de pecar te levantas y te vas a confesar? ¿y por qué te aficionas tanto a no dejar tu comunión los domingos? Porque Cristo está vivo resucitado en mi”.

También los invita a vivir en la vocación a la que Dios llama a cada uno de nosotros, porque es Dios “quien no solamente nos llamó a la vida, sino que nos llama a caminar por la vida en un determinado sentido, en una vocación particular”, destacó Mons. Moreno Barrón.

Además explicó las diversas vocaciones: el matrimonio, la soltería y a la vida consagrada como sacerdotes, religiosas y religiosos.

“A otros el Señor les llama al sacerdocio, que es una manera de realizarse del amor abrazando con gozo el celibato, y consagrando su vida al servicio de sus hermanos en las cosas que se refieren a Dios, también para asimilar la palabra de Dios y compartirla con sus hermanos, para santificar al pueblo de Dios y santificarse él mismo. Y para ser papá, un padre del amor, de la relación en medio de la comunidad”, dijo el Arzobispo.

En el caso de las mujeres comentó: “pero también Dios llama a algunas jovencitas a que le sigan a través de la consagración, en una vida de consagración total a él abrazando los votos de pobreza, para ser pobres como Jesús pobre y que su única riqueza sea Dios; para vivir en el amor de la obediencia, como Jesús que no vino a hacer su voluntad, sino la voluntad del Padre que le envió; y para llevar una vida de castidad, a fin de entregarle cuerpo y alma, todo su ser por completo a Dios, también al servicio a la Iglesia y a la comunidad donde se hacen presentes”.

Esta jornada, organizada por la Pastoral Vocacional que coordina el Pbro. Ramón Ricardo Sánchez Cárdenas, reunió a alrededor de 500 adolescentes y jóvenes en el Seminario Menor.

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