Nos gozamos por el 49 aniversario de la Diócesis de Tijuana

 

           Tijuana, B. C.- La Diócesis de Tijuana cumple hoy su 49 aniversario de haber sido fundada, por lo que será festejado hoy con la celebración eucarística presidida por el Excelentísimo Señor Arzobispo Metropolitano, Don Rafael Romo Muñoz, en el Instituto México a las 6:00 de la tarde, también como clausura de la XXIV Asamblea Diocesana de Pastoral

Los antecedentes históricos de esta fundación nos lo muestra el primer plan pastoral diocesano de 1989-1994.

Remontándonos a los orígenes mismos de la incursión europea en América, desde que en 1527 Álvaro de Saavedra intentó llegar a Baja California se dieron más de 170 expediciones para su conquista y colonización. Se trató de los pioneros del Evangelio y de nuestra cultura en Baja California.

Sin embargo, la historia de la Iglesia de Baja California comienza el 25 de octubre de 1697 cuando el R. P. Juan María de Salvatierra, S. J. desembarcó en estas tierras. La obra de los jesuitas comprendió la fundación de 18 misiones en donde emprendieron la ardua tarea de la inculturación de los indígenas mediante la enseñanza religiosa y social, y la capacitación para mejores formas de vida y de sustento.

Mediante un concordato firmado entre dominicos y franciscanos se acordó que los primeros atendieran los centros misionales de la península a 15 leguas al sur de la Misión de San Diego, y los segundos los centros fundados en la Alta California.

La escasez de misioneros y la lejanía y extensión del territorio propiciaron un periodo crítico para la Iglesia de Baja California. El Papa Gregorio XVI mediante la Bula “Apostolicam Sollicitudine” erigió el Obispado de las Californias el 26 de abril de 1840, mismo que comprendía las dos Californias, el Estado de Nevada y la parte occidental del Estado de Utah y siendo sufragánea del Arzobispado de México con sede episcopal en San Diego y elevando a dignidad de Catedral la misión fundada por Fray Junípero Serra, siendo el primer Obispo Fray Francisco García Diego y Moreno.

Mediante los tratados de Guadalupe Hidalgo del 2 de febrero de 1848, México perdió una gran parte de su territorio y más de la mitad del Obispado de las Californias, por lo que el Gobierno de México juzgó que Baja California no debía pertenecer en lo eclesiástico a la Alta California y pidió a la Santa Sede con fecha de 12 de diciembre de 1849 un Obispo con carácter de Vicario Apostólico.

Baja California seguía perteneciendo a la Provincia Eclesiástica de México, aún cuando no había Cabildo ni Consultores. La atención espiritual era precaria y difícil, pues sólo quedaban tres religiosos dominicos y un mercedario.

En 1882 Su Santidad León XIII viendo que no era posible sostener el Vicariato Apostólico de Baja California lo redujo a Prefectura Apostólica, encomendándolo al Obispo de Sonora. En 1895 llegaron a estas tierras padres italianos del Seminario de San Pedro y de San Pablo para las misiones extranjeras, quienes fueron expulsados del territorio sur en 1917 por la Revolución del presidente Carranza.

Por decreto de la Sacra Congregatio de Propaganda Fidei el 25 de septiembre de 1939 la Santa Sede confió a los Misioneros del Espíritu Santo el Vicariato Apostólico de Baja California. El 12 de diciembre del mismo año Monseñor Felipe Torres Hurtado, M.Sp.S., tomó posesión canónica del Vicariato con sede en La Paz, Baja California Sur, encontrando sólo a cuatro sacerdotes, dos en el territorio sur y dos en el territorio norte, atendiendo 141, 000 habitantes en una extensión territorial de 143, 000 km2.

Así pues, desde la expulsión de los Padres de la Compañía de Jesús en 1768, hasta la llegada de los Misioneros del Espíritu Santo en 1939, se extiende un periodo verdaderamente crítico para la Iglesia de Baja California. Hubo ocasiones en que solamente dos sacerdotes tenían el cuidado espiritual y pastoral de los fieles; hubo parroquias abandonadas hasta por 90 años; pero la fe se conservó. Los fieles bautizaban privadamente a sus hijos, y los matrimonios se administraban ante testigos, demostrando así la sólida formación religiosa recibida de los padres misioneros.

La Santa Sede, llevada por su solicitud maternal desmembró en 1957 la Prefectura de la Paz y la confió a los Misioneros Combonianos. El día viernes 24 de enero de 1964 se ejecutó la Bula “Pro Apostolico munere”, de Su Santidad Pablo VI de feliz memoria, por medio de la cual se erigía la Diócesis de Tijuana, siendo su primer pastor el Excmo. Sr. Obispo Dn. Alfredo Galindo Mendoza, M.Sp.S. Estuvieron presentes en la ceremonia el Delegado Apostólico Luigi Raimondi y el Obispo de Hermosillo, don Juan Navarrete.

La nueva Diócesis de Tijuana fue sufragánea de la Arquidiócesis de Hermosillo, Sonora. El 17 de octubre de 1966 se desmembró el territorio de la Diócesis de Mexicali B.C., para una mejor atención pastoral de los fieles. Asimismo el día 26 de mayo de 1988 fue erigida en Diócesis el Vicariato Apostólico de la Paz, B.C.S. Con esto se cuentan ya tres diócesis en la península de Baja California. Y hace 5 años y medio fue erigida la nueva Diócesis de Ensenada.

En cuanto a los obispos que han gobernado esta diócesis, a Mons. Galindo y Mendoza le sucedió el Sr. Juan Jesús Posadas Ocampo (+), quien fue sucedido a su vez por Mons. Emilio Carlos Berlié Belaunzarán. Y actualmente Mons. Rafael Romo Muñoz es el pastor de esta Iglesia particular.

 

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