Jesús regresó a la casa…

Sábado

Evangelio según San Marcos 3,20-21.

Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: "Es un exaltado".

 

REFLEXIÓN

Jesús entra en su casa y allí, de nuevo, llega la muchedumbre.  Y vemos a Jesús, totalmente entregado a su tarea: Jesús, absorbido por su trabajo misionero. Jesús, no tiene tiempo ni para comer. Jesús, "hombre comido" por las gentes. Jesús no tiene tiempo ni de pensar en Sí mismo. Contemplo detenidamente todas esas cosas.

Nos quejamos a menudo de no tener tiempo de hacer tal o cual cosa y creemos que esto es una característica de nuestro siglo. Pues bien, Jesús vivió todo esto, esta sobrecarga, esta carrera contra el tiempo, cuando no se llega a todo lo que hay que hacer, cuando uno se siente hundido por el trabajo y las preocupaciones.

Gracias, Señor, por haber vivido esta experiencia de nuestra condición humana. Ayúdanos a salir adelante en nuestras tareas. Ayúdanos a guardar el equilibrio. Ayúdanos a saber encontrar tiempo para hacer lo esencial. Ayúdanos a saber encontrar tiempo… para la oración, por ejemplo.

 

Mons. Salvador Cisneros G.

Parroquia Santa Teresa de Ávila

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