Comunicado

Tijuana, B.C. a 17 de junio de 2014.

 

La Arquidiócesis de Tijuana desea comunicar a los fieles católicos y a todas las personas de buena voluntad una situación que le está tocando vivir con dolor.

 

En comunión con la Iglesia Católica Universal en lo que respecta a la atención de casos de abuso a menores por parte de clérigos, esta Iglesia particular participa en algunas revisiones que la Santa Sede está llevando a cabo.

 

La Iglesia siempre ha indicado los criterios doctrinales respecto a la vida de los presbíteros. Estos criterios han sido incluso acentuados por el Papa emérito Benedicto XVI, y asumidos y continuados por el Papa Francisco, quien insiste a tiempo y a destiempo en revisar y afrontar las situaciones irregulares que puedan darse en algunos clérigos de las diversas diócesis del mundo.

 

En tal sintonía, la Arquidiócesis de Tijuana asume sus deberes morales y espirituales y colabora con la Santa Sede en juicios eclesiásticos en los que se analizan acusaciones hechas a algunos clérigos pertenecientes a esta Iglesia particular.

 

Mientras duren estos procesos, la emisión de un juicio definitivo queda reservada a las instancias competentes, cuando dichos procesos concluyan. Hasta el momento no hay ninguna sentencia definitiva por parte de la Santa Sede. Nadie puede ser inculpado hasta la culminación del proceso. La Iglesia, como otras dignas instituciones, presume que toda persona por su dignidad y derechos es inocente hasta la demostración de lo contrario, lo que implica un juicio justo.

 

Como Iglesia hacemos un llamado a quienes hayan sido víctimas de abuso a menores o testigos de ello, a denunciar ante las autoridades civiles competentes. En lo que a nuestra disciplina interna compete, a quien, siendo el afectado o testigo directo, presenta sus denuncias con el debido fundamento, se le atiende y se hace el esfuerzo de darle el debido seguimiento.

 

La Arquidiócesis de Tijuana, con la seriedad que le caracteriza por su misma naturaleza institucional, reconoce que el abuso a menores es un delito abominable, y lo condena por tratarse de un daño en contra de los más vulnerables.

 

Por esta misma seriedad, tampoco puede la Iglesia condicionarse a especulaciones que obstruyan su corresponsabilidad con quienes dirigen la delicada revisión que se está efectuando. En definitiva, la Iglesia en Tijuana busca con toda humildad colaborar con la justicia y la verdad.

 

Hacemos un llamado a la oración, suplicándole a Nuestro Señor Jesucristo y a nuestra Madre Santísima la Virgen María que nos asistan para que brillen esta verdad y justicia que anhelamos.

 

 

 

Arquidiócesis de Tijuana.

 

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