Desarrollo de la Iglesia católica en el mundo en base al Anuario Pontificio 2017, y el “Annuarium Statisticum Ecclesiae” 2015

El Anuario Pontificio 2017  y el Annuarium Statisticum Ecclesiae 2015, cuya redacción corre a cargo de  la Oficina Central de Estadísticas de la Iglesia,  se están distribuyendo estos días en las librerías. La imprenta de ambos volúmenes es  obra de la Tipografía Vaticana.

A partir de la lectura de los datos que aparecen en el Anuario Pontificio se pueden deducir algunas novedades sobre la vida de la Iglesia católica en el mundo, a partir de 2016. Durante ese período fueron erigidas 4 nuevas sedes episcopales, 1 eparquía, 2 exarcados apostólicos, 1 Ordinariato y se elevó un exarcado apostólico a eparquía.

Las estadísticas dell’Annuarium Statisticum, relativas al año 2015 proporcionan un cuadro general de las principales tendencias que afectan al desarrollo de la Iglesia católica en el mundo.

A continuación se describen las tendencias  evolutivas en el lustro apenas transcurrido, tanto de los católicos  bautizados como de los clérigos,  religiosos profesos no sacerdotes y religiosas profesas y el número de vocaciones sacerdotales. Para comprender más detalladamente los datos, se proporciona la información a nivel mundial, así como por área geográfica. Con el objetivo, en cambio, de filtrar los efectos atribuibles exclusivamente a las tendencias demográficas, las series temporales se  relacionan con el número de habitantes por territorio. En este documento, los datos de 2015, además de  compararse sistemáticamente con los del año anterior, también se comparan con los del período de cinco años que comenzó en 2010 con el objetivo de extrapolar la dinámica evolutiva que predomina a medio plazo. El arco de tiempo considerado abarca el total de los dos últimos años del pontificado del Papa Benedicto y de los tres primeros años del pontificado de Francisco, con información importante acerca de la Iglesia Católica en el nuevo milenio.

El número de católicos bautizados  ha aumentado a nivel planetario, pasando de 1.272 millones en 2014 a 1.285 millones en 2015, con un aumento relativo del 1%. Esto equivale al 17,7% de la población total. Si se adopta una perspectiva a medio plazo, por ejemplo, con referencia a 2010, se constata un crecimiento más fuerte, igual a 7,4%. La dinámica de este aumento es diferente de un continente a otro: mientras que, de hecho, en África hubo un aumento del 19,4%, pasando el número de católicos, en el mismo período, de 186 a 222 millones,  en Europa, sin embargo, se manifiesta una situación estable (en 2015 los  católicos eran casi 286 millones  y  son poco más de 800.000 en comparación con 2010 y 1,3 millones menos que en 2014). Este estancamiento se debe a la  notoria situación demográfica, cuya población ha aumentado ligeramente, mientras se prevé que disminuya drásticamente en los próximos años. Situaciones intermedias entre las dos descritas anteriormente son las registradas en América y Asia, donde el crecimiento de católicos es sin duda importante (respectivamente, + 6,7% y + 9,1%), pero completamente en línea con el desarrollo demográfico de estos dos continentes. Estacionamiento, en valores absolutos obviamente inferiores, también con respecto a  Oceanía.

Ya  que estas tendencias están relacionadas con las demográficas, más información se puede obtener a partir de la relación entre los católicos bautizados y el número de habitantes. En África, por ejemplo, la tendencia de crecimiento es constante, mientras es más contenida en Asia y Oceanía. Cabe también señalar que en los diferentes continentes el número relativo de católicos oscila en cifras que difieren profundamente: se va, en el año más reciente, desde el 3,2 de católicos por 100 habitantes  de Asia, al 63,7 de América. El número relativo de católicos en África es  19,4, en Oceanía de 26,4 y en Europa de 39,9.

También se confirma el aumento del peso del continente africano, cuya bautizados suben del 15,5% al ​​17,3%  del mundo, y  de la fuerte disminución, en cambio, de Europa, donde la incidencia se reduce del  23 , 8% en 2010 al 22,2% en 2015; América sigue siendo el continente al que pertenece casi el 49% de los católicos bautizados. El impacto del continente asiático se mantiene alrededor del 11% de los católicos del mundo en 2015. Estable sigue siendo el peso de los católicos de Oceanía, aunque con una consistencia que no alcanza el 0,8% de la población católica mundial.

Profundizando en el  detalle territorial de cada país y observando  los datos relativos al  2015, se ve que Brasil, en el conjunto de  los diez países del mundo con mayor número de católicos bautizados, ocupa el primer lugar (con 172, 2 millones o  el 26,4% del total  de católicos del entero  continente americano). Brasil es seguido, en orden, por  México (110,9 millones ), Filipinas (83,6 millones), EE.UU. (72,3), Italia (58,0), Francia (48,3), Colombia (45,3), España (43,3), República  Democrática del Congo (43.2) y Argentina (40,8). La cifra total de católicos, en los países que ocupan los diez primeros puestos, asciende a 717,9 millones, es decir, el 55,9% de los católicos del mundo.

Las estadísticas de 2015 indican también que el número de clérigos en el mundo asciende a 466.215, con 5.304 obispos, 415. 656 sacerdotes y 45. 255 diáconos permanentes.

El número de obispos ha aumentado con el tiempo, cubriendo así  las necesidades de un mayor número de fieles y de un equilibrio numérico y funcional con respecto al cuerpo sacerdotal. En los últimos cinco años ha habido un incremento del 3,9%. Ese  movimiento de crecimiento se produce en todos los continentes, incluso si la variación es más pronunciada en el continente asiático  (+5,4%) y Europa (4,2%) y por debajo de la tendencia general en América (+ 3,7%) y África (+2,3%). Asimismo, se  puede indicar que el peso relativo de cada continente se ha mantenido en el período prácticamente invariable y proporcional a la importancia relativa de las realidades continentales individuales. En particular, en 2015, América cuenta con el 37,4% de todos los prelados, seguida de Europa (con el 31,6%), Asia (15,1%), África (13, 4%) y Oceanía (2,5%).

 El 2015 marca un descenso en el número de sacerdotes respecto al año anterior, invirtiendo así la tendencia al alza que caracterizó los años de 2000 a 2014. La disminución entre 2014 y 2015 es de 136 unidades e interesa particularmente al continente europeo (-2502 unidades), ya que para los restantes continentes se registran, de un año a otro, cambios positivos: +1.133 unidades para África, +47 en América, +1104 para Asia y  +82  para Oceanía. El número total de sacerdotes en el mundo en 2015, en comparación con 2010, ha experimentado un incremento del 0,83% (pasando de 412.236 a 415.656 unidades). Si África y Asia muestran una dinámica sostenida (respectivamente  +17,4% y + 13,3%) y América se mantiene casi estacionaria (+ 0,35%), Europa y Oceanía registran, sin embargo,  en el misma período,  tasas de variación decididamente negativas y llegan respectivamente al -5,8 y al -2,0 por ciento. Si nos fijamos en la distinción entre diocesanos y religiosos, es evidente la evolución divergente de las dos categorías de operadores sacerdotales. Frente  a los  primeros que, en conjunto, muestran un aumento del 1,6%, pasando de 277. 009 unidades en 2010 a 281. 514 en 2015, los segundos están en constante disminución (-0,8% durante el período examinado), alcanzando poco más de 134.000 en 2015.  Los sacerdotes religiosos, además de estar en línea con el dato agregado, en disminución en Europa y Oceanía, muestran una desaceleración significativa en el continente americano, donde cuentan con poco más de 38.000 unidades en el año 2015, cuando eran más de 40.000 en 2010. La variación numérica, en comparación con 2010, se ha visto acompañada por una notable variación estructural dentro de los continentes y subcontinentes. Las relaciones de composición establecidas entre la extensión de dichas áreas y la mundial, demuestran, de hecho, que África, América Central y del Sur y el Sudeste Asiático  aumentan su peso  entre 2010 y 2015; Asia Medio Oriental y Oceanía siguen siendo prácticamente estacionarias con respecto a esta característica. Por último, América del Norte y Europa muestran una disminución de peso. En particular, si en 2010 los sacerdotes en Europa representaban el 46,1% del total mundial, se reducen a poco más del 43% en el año 2015 con una caída de tres puntos porcentuales. Teniendo en cuenta la relación entre el número de católicos bautizados presente en las diversas áreas continentales y el de los sacerdotes se observa que, mientras en 2010 se atribuía  a cada sacerdote un  promedio de 2.900 católicos, en 2015 este cociente se eleva a 3.091. Particularmente crítica resulta la situación en América, donde el promedio de  católicos por sacerdote supera las 5.000 unidades y se mantiene en expansión en el período considerado. Pero la presencia sacerdotal también se debilita en Europa, aunque ésta cuente con 1.595 católicos por sacerdote, el promedio más beneficioso en términos absolutos. Mejora el cargo  pastoral de los sacerdotes en Asia (de 2.269 a 2.185 católicos por sacerdote), mientras que es estable en África, con un índice  de alrededor de 5.000 católicos por sacerdote.

La población de los diáconos permanentes muestra una dinámica evolutiva significativa: aumentan en 2015 del 14,4% en comparación con hace cinco años, pasando de 39.564 a 45.255 unidades. El número de diáconos mejora en todos los continentes a ritmo notable. En Oceanía, donde todavía no alcanzan el 1% del total, aumentan en un 13,8%,  igual a 395 unidades. El dato también mejora en áreas donde su presencia es cuantitativamente significativa. En Estados Unidos y Europa, donde reside aproximadamente el 98% de la población total, los diáconos han aumentado, en el intervalo de tiempo considerado, respectivamente, del 16,2 y  del 10,5 por ciento.

En la actividad pastoral de los clérigos, también colaboran otras figuras de operadores pastorales, en particular, los religiosos profesos no sacerdotes  y las religiosas profesas: sobre el análisis numérico de estos operadores se pueden hacer algunas observaciones importantes.

El grupo de religiosos profesos no sacerdotes constituye un grupo a nivel planetario en declive: estaba compuesto por 54.665 unidades en 2010 y se han convertido en 54.229 en 2015. La disminución afecta, en orden de importancia, al grupo europeo, al americano y al oceánico, mientras  en África estos operadores se incrementan, así como, en menor medida, en Asia,. Estas tendencias también determinan una dislocación numérica diferente, en el curso del tiempo, entre diferentes continentes: Europa y América, en 2015, resultan siempre los continentes con el mayor número de profesos no sacerdotes (16.004 y 15.321, respectivamente, sobre  un total mundial de 54.229 unidades), pero con una menor incidencia relativa a la observada al comienzo del período considerado.

Las religiosas profesas representan una población de una cierta consistencia: en 2015 superaron en un 61% el número de sacerdotes de todo el planeta y se encuentran actualmente en fuerte descenso. A nivel mundial, pasan  de 721.935 unidades en 2010 a 670.320 en 2015, con una disminución relativa del 7,1%. Se notan profundas diferencias de comportamiento, cuando se analizan  las tendencias temporales en zonas geográficas determinadas.

África es el continente con el mayor aumento de  religiosas, que pasaron de 66.375 en 2010 a 71.567 en 2015, con un aumento relativo del 7,8% en todo el período y una tasa de crecimiento anual  que arroja un promedio del 1,6%. Sigue el sud- sudeste de Asia, donde las religiosas profesas han pasado de 160.564 en 2010 a 166.786 en 2015, un incremento del 3,9% durante todo el período y una tasa de promedio de crecimiento anual del 0, 78%. El  sur y el área central de América, entre el inicio y el fin del período  muestran un descenso: se pasa de las  122.213 religiosas en 2010 a  las 112.051 en 2015, con un decremento global del 8,3% y un promedio anual de -1,7%. Por último,  hay tres áreas continentales unidas por un fuerte descenso: se trata de América del Norte (-17,9% en el período y el 3,6% en tasa media anual de variación), Europa (13,4% y -2,7%) y Oceanía (-13,8% y -2,7%). Estas zonas son, por lo  tanto, relevantes como dato mundial.

Continúa la disminución que desde hace algunos años caracteriza la marcha de las vocaciones sacerdotales: en 2015 los seminaristas mayores  eran  116. 843, frente a los 116.939 en 2014, los 118.251 de 2013, los 120.051 de 2012,  los 120.616  de 2011 y los 118.990 de 2010. La cifra de vocaciones disminuye, a su vez, de 99,5 de seminaristas por millón de  católicos en 2010, a 90,9 en 2015.  Un somero análisis,  llevado a cabo en el ámbito de los sub-continentes, evidencia  que los comportamientos locales son profundamente  diferentes entre sí, por lo que el examen de la evolución global de la consistencia numérica de las vocaciones puede resultar no exhaustiva.

En África, por ejemplo, el número de seminaristas mayores en el quinquenio objeto de examen, ha aumentado de forma constante, con un incremento del 7,7% en todo el período. En todas las particiones de América hemos asistido a una continua disminución de las vocaciones que ha dado lugar a una variación de -8,1%. En Oriente Medio, la disminución se acentuó hasta 2013 y el posterior desarrollo no muestra tendencias únicas; por el contrario en el Sudeste asiático, al crecimiento inicial terminado en 2012 (+ 4,5% respecto a 2010), siguió  un marcado descenso que ha llevado el número de seminaristas mayores en 2015 a un nivel inferior de 1,6% respecto  al máximo de 2012.

En Europa del 2010 al 2015, el número de seminaristas ha disminuido en un 9,7%. En Oceanía, la más alta consistencia se registró en 2012; la tendencia sucesiva  es un declive continuo y el número de seminaristas en 2015 fue inferior en un 6,9%  al de  2012. De los 116. 843 seminaristas de todo el mundo, en 2015, el continente con el mayor número de seminaristas era  Asia, con 34.741 unidades. Le siguen Estados Unidos con 33. 512 unidades, África, con 29.007, Europa con 18.579 y por último Oceanía con 1.004 seminaristas. Es diferente  si se tiene en cuenta el número de católicos en cada continente. De hecho, evaluando  la intensidad de las vocaciones sacerdotales con el número de seminaristas por un millón de católicos, se nota que las vocaciones son más comunes en Asia (245,7 seminaristas por un millón de católicos) y en África (130,6). Europa y América con 65.0 y 53.6  seminaristas por millón de católicos, respectivamente, ocupan los últimos puestos. Como consecuencia de los resultados anteriores, es evidente que el peso relativo de los diferentes continentes, con respecto a los candidatos al sacerdocio, se ha modificado en el curso del período de observación de una manera significativa, y así, mientras África en 2010 pesaba el 22,6% pasó, en 2015, hasta el 24,8%, al mismo tiempo, Europa se ha reducido del 17.3 al 15,9 por ciento.

El análisis de los párrafos anteriores sugiere la aparición de una imagen mixta en la que, junto a la persistencia de  tendencias evolutivas que duran  desde hace largo tiempo, se presentan  dinámicas relativamente más recientes en fase de consolidación, en algunos casos no necesariamente en la dirección deseada.

 Entre las dinámicas ya consolidadas, se confirma la marcha positiva en el número de católicos en el mundo, especialmente en el continente africano, cuyo peso relativo continúa aumentando con el tiempo. Con referencia a la evolución de los diversos agentes de pastoral, sobre todo en el periodo 2010-2015, se ha producido un crecimiento significativo en el número de obispos, diáconos permanentes, misioneros laicos y catequistas frente a una flexión evidente de los religiosos profesos no sacerdotes y de las religiosas profesas. Entre los clérigos, en particular, al mismo tiempo que mejora el número total de obispos en relación con el de los católicos, la evolución de los sacerdotes parece sufrir un revés en 2015, con un descenso en gran parte atribuible a  dos áreas geográficas: Europa y América del Norte . Además,  dentro  del grupo sacerdotal, las estadísticas denuncian la persistencia de tendencias divergentes entre sacerdotes religiosos y diocesanos: a la flexión de los primeros corresponde, de hecho, una expansión moderada de los segundos.

Por último, el dato que merece especial atención es el relativo a la marcha de las vocaciones sacerdotales. Efectivamente, el número de seminaristas, después de alcanzar un máximo en 2011, sufre una contracción gradual. La única excepción es África que no parece por el momento afectada por la crisis de  vocaciones y se confirma como  la zona geográfica con el mayor potencial.

 

 

También te podría gustar...