En la oración y acción de la Iglesia están los enfermos: Ntra. Sra. de Lourdes, “Ruega por ellos”

Pastoral de la Comunicación.- “Me gustaría animar a todos los enfermos, a las personas que sufren, a los médicos, enfermeras, familiares y a los voluntarios a que vean en María, Salud de los enfermos, a aquella que es para todos los seres humanos garante de la ternura del amor de Dios y modelo de abandono a su voluntad”. Eran las palabras del mensaje del Papa Francisco en la Jornada Mundial del Enfermo que se realizaba en el Santuario de Ntra. Sra. de Lourdes.

Es bajo este título que se le da a la Santísima Virgen María venerada en honor de las apariciones marianas que ocurrieron en 1858 en las cercanías de Lourdes en Francia. La primera de ellas es la aparición del 11 de febrero de 1858, cuando Bernadette Soubirous, de 14 años, le dijo a su madre que una “dama” hablaba con ella en la cueva de Massabielle mientras ella recogía leña con su hermana y un amigo.

Nuestra Señora de Lourdes tiene una tradición arraigada de milagros atribuidos a su intercesión de sanaciones de problemas de salud y en favor de personas desahuciadas, por lo que es la patrona de los enfermos. Este 2019 el Día Mundial del Enfermo se celebra de modo especial en India y Roma

A este propósito, podemos traer a la memoria alguno referentes del Obispo de Roma sobre la realidad del sufrimiento, la enfermedad, el dolor y el sentido del mismo:

De frente a la enfermedad

«El modo en que vivimos la enfermedad y la discapacidad es signo del amor que estamos dispuestos a ofrecer. El modo en que afrontamos el sufrimiento y la limitación es el criterio de nuestra libertad de dar sentido a las experiencias de la vida, aun cuando nos parezcan absurdas e inmerecidas». (Papa Francisco, homilía Jubileo de los Enfermos y Discapacitados, 12 junio de 2016).

Sobre la aceptación del sufrimiento

«Con qué falsedad vive el hombre de hoy al cerrar los ojos ante la enfermedad y la discapacidad. No comprende el verdadero sentido de la vida, que incluye también la aceptación del sufrimiento y de la limitación. El mundo no será mejor cuando este compuesto solamente por personas aparentemente «perfectas», sino cuando crezca la solidaridad entre los seres humanos, la aceptación y el respeto mutuo». (Papa Francisco, homilía Jubileo de los Enfermos y Discapacitados, 12 junio de 2016).

 

Dios nos comprende en la enfermedad

«Jesús es el médico que cura con la medicina del amor, porque toma sobre sí nuestro sufrimiento y lo redime. Nosotros sabemos que Dios comprende nuestra enfermedad, porque él mismo la ha experimentado en primera persona» (cf. Hb 4,5). (Papa Francisco, homilía Jubileo de los Enfermos y Discapacitados, 12 junio de 2016).

Una misión para los enfermos

«Los enfermos, como las personas que tienen una discapacidad incluso muy grave, tienen una dignidad inalienable y una misión en la vida y nunca se convierten en simples objetos, aunque a veces puedan parecer meramente pasivos, pero en realidad nunca es así». (Mensaje del Papa Francisco con motivo de la XXV Jornada Mundial del Enfermo, que se celebró el 11 de febrero).

 

La paradoja del dolor

«La enfermedad, sobre todo cuando es grave, pone siempre en crisis la existencia humana y nos plantea grandes interrogantes. La primera reacción puede ser de rebeldía: ¿Por qué me ha sucedido precisamente a mí? Podemos sentirnos desesperados, pensar que todo está perdido y que ya nada tiene sentido… En esta situación, por una parte la fe en Dios se pone a prueba, pero al mismo tiempo revela toda su fuerza positiva. No porque la fe haga desaparecer la enfermedad, el dolor o los interrogantes que plantea, sino porque nos ofrece una clave con la que podemos descubrir el sentido más profundo de lo que estamos viviendo». (Papa Francisco, Jornada Mundial del Enfermo 2016).

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