Arquidiócesis de Tijuana Blog

La reconciliación fraterna

La reconciliación fraterna

Evangelio: Mateo 18,15-20 (La reconciliación fraterna)   Por eso, si tu hermano comete una falta, ve y repréndelo a solas. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma contigo...

El más grande en el Reino y la oveja perdida

El más grande en el Reino y la oveja perdida

MATEO 18: 1-5. 11-14 (El más grande en el Reino y la oveja perdida)   En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino...

Jesús anuncia su pasión

Jesús anuncia su pasión

LECTIO   Evangelio: Mateo 17,22-27 (Jesús anuncia su pasión) En aquel tiempo, un día que estaban juntos en Galilea, les dijo Jesús: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los...

La fuerza de la fe

La fuerza de la fe

Sábado Evangelio: Mateo 17,14-20 (La fuerza de la fe) En aquel tiempo, cuando llegaban a donde estaba la gente, se acercó un hombre, que se arrodilló ante Jesús,  diciendo: —¡Señor, ten compasión de mi...

Para salvar la vida

Para salvar la vida

Viernes   Evangelio: Mateo 16, 24-28 (Para salvar la vida) En aquel tiempo,  dijo Jesús a sus discípulos: -Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz...

La confesión de Pedro

La confesión de Pedro

Jueves Evangelio: Mateo 16,13-23 (La confesión de Pedro) En aquel tiempo,  de camino hacia la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del...

La fe de una mujer cananea

La fe de una mujer cananea

Miércoles Evangelio: Mateo 15, 21-28 (La fe de una mujer cananea) En aquel tiempo,  Jesús se marchó de Genesaret y se retiró a la región de Tiro y Sidón.  En esto, una mujer cananea...

La fuerza del amor

La fuerza del amor

La idea de que el hombre espera que Dios lo haga todo, conduce inevitablemente a un mal uso, perverso, de la plegaria. Porque, si Dios lo hace todo, entonces el hombre lo pide todo,...

Aprender a rezar

Aprender a rezar

Hoy como ayer hay que seguir haciendo a Jesús la misma petición: enséñanos a orar. Porque hoy como ayer no sabemos probablemente hacerlo.   Y no porque desconozcamos el modelo de oración, siempre nuevo...